Una lesión con terminología literaria
GESTOS TÉCNICOS
La fractura del tendón de Aquiles es consecuencia de la mala iirgación sanguínea o de movimientos mal coordinados al practicar un deporte que exige que los gestos técnicos sean los adecuados en cada instante, como en el salto alto.
El de Aquiles es el tendón conjunto de los músculos gemelos y sóleo. Es un potente y largo tendón. Existe una cierta confusión de términos cuando se habla del “talón de Aquiles”, que es una expresión mucho más literaria. Se hace referencia a lo mismo pero en forma inapropiada. El talón es la zona de apoyo posterior del pie que corresponde al calcáneo y su envoltura grasa. Desde el calcáneo parte el tendón hacia la pierna.
En los deportistas jóvenes, su rotura no es una lesión frecuente aunque sí bien conocida y estudiada. Se produce con mayor frecuencia en adultos mayores de 30 años en los que las condiciones de vascularización del tendón no son las consideradas óptimas.
En los jóvenes puede ocurrir por varios motivos, casi todos ellos basados en condiciones que los predisponen a sufrir este problema, como una desviación anatómica de los ejes del tobillo que provocan una tracción anormal, malos gestos técnicos repetidos o por la aplicación de corticoides.
La causa traumática más común es la contracción brusca del tendón. Hay que tener en cuenta que éste es un tendón biarticular; une rodilla y tobillo en un movimiento sincronizado que exige la relajación en un extremo cuando se lo contrae en el otro. Su misión de impulso, durante la marcha o el salto, utiliza un punto de apoyo en las cabezas de los metatarsianos, una flexión plantar del pie y una extensión de la rodilla. Los movimientos sincronizados de este mecanismo pueden alterarse por una descoordinación motora y provocar una tensión brusca que llegue a romper el tendón.
En general, el tendón aquiliano se rompe porque se le exige una contracción superior a sus límites de elasticidad, porque se realiza una flexión dorsal del pie muy brusca con la rodilla estirada o porque se estira la rodilla cuando el pie está en esa flexión dorsal.
El tendón suele romperse en la zona de peor vascularización, entre dos y seis centímetros por encima de su inserción en el calcáneo, vale decir en una parte más próxima al pie, que a la rodilla.
LOS SÍNTOMAS
En el momento de la rotura se produce un chasquido audible, con dolor no muy intenso que permite al deportista girarse para averiguar la causa de su traumatismo, e impotencia funcional, tampoco excesiva porque se puede mantener la marcha, con cierta cojera, desplazando el punto de apoyo de las cabezas de los metas a los primeros dedos, utilizando los flexores. Esta falta de gravedad en las manifestaciones clínicas hace que en ocasiones no llegue a diagnosticarse una rotura completa.
En el examen médico podrá apreciarse, al palpar, una falta de continuidad del tendón. En la observación desde atrás, el tendón roto es más fino que el del otro lado. Si se tarda en acudir al médico, es posible que el tendón no presente discontinuidad porque puede haberse rellenado con un hematoma.
El paciente no podrá caminar normalmente. Será imposible que lo haga utilizando los apoyos habituales sobre las cabezas de los metatarsianos y presentará una cojera.
El signo de exploración más específico consiste en una compresión de la masa gemelar con el paciente tumbado boca abajo en una mesa de la que cuelga el pie. También puede hacerse apoyando la rodilla sobre una silla y dejando el pie fuera. Normalmente, debido a la compresión de los gemelos, el pie realiza una flexión dorsal. Si el tendón está roto, no lo hace.
Existe actualmente una gran controversia en la decisión de la pauta de tratamiento más adecuada. Muchos médicos opinan que es mejor no intervenir, sobre todo en personas mayores, y dejar que la reparación biológica, facilitada por una inmovilización escayolada, consiga una cicatrización natural.
Este tratamiento conservador tiene la ventaja fundamental de evitar los riesgos inherentes a la cirugía, pero si hubiera rotura completa del tendón y no hay causas que lo contraindiquen, el tratamiento deberá ser quirúrgico y en el caso del profesional del deporte, es necesariamente quirúrgico, porque el anteriormente explicado demanda demasiado tiempo.
PARA ENTENDER MEJOR
Calcáneo. Uno de los huesos del tarso, que está en el talón o parte posterior del pie.
Vascularización. Irrigación de los vasos sanguíneos, que resulta de la presión de la sangre circulante y del tono muscular y elástico de las paredes del vaso.
Corticoides. Cada una de las hormonas esteroídicas (sustancia de estructura policíclica de la que derivan compuestos de gran importancia biológica, tales como esteroles, ácidos biliares, hormonas, etc.) producidas por la corteza de las glándulas adrenales, y sus derivados. Pueden sintetizarse artificialmente y tienen aplicaciones terapéuticas, principalmente como antiinflamatorios.
Traumatismo. Lesión de los órganos o los tejidos por acciones mecánicas externas.
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