Los anfitriones ganan su primer título del mundo

El de Argentina 78 fue la primera Copa Mundial que los aficionados bolivianos pudimos ver en directo por televisión, aunque solamente en aquellos distritos a los que llegaba la señal de Canal 7, que junto a las estaciones universitarias, eran las únicas que lanzaban sus emi­siones en el territorio nacional.

Los partidos llegaban a los hogares bolivianos en directo a través de la producción de Argentina Televisora Co­lor (ATC).

El gran ausente de este Mundial, el heredero de Pelé, el ho­lan­dés Johan Cruyff, renunció a jugar y los hombres de la Na­ranja Mecánica aprovecharon cuanta oportunidad tuvieron para des­ai­rar a los militares que gobernaban Buenos Aires.

Por ello, no acudieron a la entrega de las medallas de plata que les co­rres­pon­dían como subcampeones. No querían estrechar sus manos , ex­plicaría poco después el formidable arquero Jan Jongloboed, quien usaba len­tes de con­tacto en los partidos.

Éste y el de Italia 38, son los mundiales más sospechados de abierta ingerencia política. En la tercera cita ecuménica, Benito Mussolinni, el Duce, presionó de tal manera a sus jugadores y a los rivales, que algunos organismos, como la Federación Internacional de Historia y Estadísticas del Fútbol solicitó a la Fifa que anule aquella competencia y quite a Italia esa estrella.

En este caso, no sólo por la represión política, sino por el partido que los al­bi­ce­les­tes jugaron con Perú en se­mi­fi­na­les, quedó clavada una duda sobre la que cada vez quedan menos brumas.

Francisco Morales Bermúdez era el gobernante en Lima. Y cuando se supo que Perú debía caer por cuatro goles de diferencia ante los anfitriones, de pronto partió un navío desde un puerto ar­gen­tino hacia Lima con 35 mil to­ne­la­das de trigo y el régimen incaico recibió un préstamo de 50 millones de dólares sin intereses. El trato lo habría realizado el almirante Carlos Alberto Lacoste con tres antiguos oficiales pe­ruanos que acompañaban a su se­lec­cio­nado en su estadía en Argentina. Además, se trans­firieron gran­des sumas de dinero a va­rios di­ri­gentes peruanos desde la cuenta co­rrien­te de la marina argentina y hasta se comentó que había un pozo a repartir entre los futbolistas peruanos de 250 mil dólares si perdían por más de cuatro tantos de diferencia. Los aludidos siem­pre negaron tal extremo.

Perú, que en la primera fase había empatado a cero con Holanda, no ofreció la menor resistencia ante los dueños de casa y así se llegó a la final, con los locales en los alto del podio, luego de ganar por 3-1 a los ve­s­ti­do­s de color na­ran­ja­.

Este certamen cerró el ciclo más bri­llan­te del balompié practicado en los Países Najos, que nunca más pudo alcanzar los primeros planos a nivel planetario, en tanto que marcó la despedida de la mejor generación de futbolistas pe­rua­nos, cuyo principal exponente fue Teófilo Cubillas y sus escuderos fueron Juan José Muñante, Hugo Sotil, Juan José Obli­tas y Héctor Chumpitaz.

Italia alcanzó el tercer lugar al im­po­nerse a Brasil en la final de consuelo por 2-1. En este certamen, hizo su presentación en so­ciedad quien sería llamado a ser la estrella excluyente del fútbol brasileño, Artur Antunes Coimbra, Zico, en tanto que otros astros serían el po­la­co Boniek, el francés Michel Pla­tiní, el zaguero central de esa misma na­cio­nalidad, Marius Tresor, uno de los me­jores del mundo en su puesto, mien­tras que en Alemania Federal, que así se llamaba por entonces, comenzaba a brillar un puntero izquierdo de grandes con­di­cio­nes, Michael Rummenigge, que en 1980, sería designado como el mejor fut­bo­lista europeo del año.

DATOS

Equipos: 16

Fecha: 1 junio 1978 hasta 25 junio 1978

Final: 25 junio 1978

Partidos: 38

Goles: 102 (promedio de 2.7 por partido)

Asistencia: 1.546.151 espectadores

Ganador: Argentina

Segundo: Holanda

Tercero: Brasil

Cuarto: Italia

Botín de Oro: Mario KEMPES (ARG)

Con una desventaja de 1-0 en el marcador, el guar­da­me­ta peruano Ramón “Chupete” Quiroga recibió una amonestación en el minuto 89 por una falta cometida sobre Grzegorz Lato en campo polaco. Quiroga había nacido en Argentina, pero se naturalizó peruano y 30 años después reside en Lima

Norberto Alonso, un mediocampista ofensivo, lució el dorsal número 1 del campeón del torneo, Ar­gen­tina, que decidió asignar los números de las camisetas por orden alfabetico. Alonso fue durante muchos años, el “10” de River Plate y su convocatoria a la selección albiceleste fue exigida por los hinchas de este club.

Laszlo Kiss se convirtió en el primer suplente en obrar una tripleta, la más rápida de la historia de la competición, en el triunfo record de la selección de Hungría sobre la de El Salvador por 10-1.

Argentina, Holanda y Brasil, medallas de oro, plata y bronce respectivamente del torneo, terminaron segundos en sus grupos durante la primera fase.

Con un gol en propia puerta, el holandés Ernie Brandts puso por delante a Italia en su choque de la segunda ronda, pero luego marcó en la portería acertada para conseguir la victoria de Holanda por 2-1.