Entrevista exclusiva con Daniel Sotelsek

“Una economía basada en materias primas tiene menor capacidad de generar empleo”

La crisis europea y sus efectos en nuestra región, la bonanza macroeconómica boliviana, el Tipnis, la emisión de bonos y la imagen de nuestro país en el mundo son algunos de los temas abordados.


DANIEL SOTELSEK, PH D. EN ECONOMÍA.
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El destacado economista español, especialista en economía ambiental, finanzas y gestión universitaria, accedió a una entrevista exclusiva con EL DIARIO, sobre diversos temas de actualidad que repercuten en la realidad de nuestro país.
Daniel Sotelsek cuenta con una enorme trayectoria profesional y académica, de su extensa hoja de vida, puede destacarse su labor como colaborador del Banco Mundial. Desde 1993 realiza estancias académicas en la Universidad de Pisa, Harvard University, University of California Davis y San Diego, Inter-American Development Bank, Washington.
Cuenta, entre otros títulos, con un doctorado en Economía por la Universidad de Alcalá. Desde 1999, es profesor titular del Departamento de Fundamentos de Economía e Historia Económica de esa casa de estudios superiores.

EL DIARIO (ED).- ¿La crisis europea podría tener efectos en Latinoamérica y, concretamente, en Bolivia?

Daniel Sotelsek (DS).- La capacidad de Europa para afectar directamente a América Latina, en general, y Bolivia, en particular, es limitada y cada vez menor. Pero no se debe ver a la crisis como europea, sino como internacional. Si a Europa le va mal, la actividad mundial se resiente y eso sin lugar a dudas puede afectar a América Latina. El canal más evidente sería a través de una desaceleración de las economías de Asia, que genere una reducción no sólo en las cantidades exportadas de la región, sino principalmente en los precios. Pero también hay otros canales, como la eventual reversión en los flujos de capital, tanto de corto plazo como productivos.

ED.- ¿Cuál es la situación de los residentes latinoamericanos en Europa, por efecto de la crisis?

DS.- La crisis ha afectado la situación de toda la población europea y especialmente en los países mediterráneos como España. Como suele pasar, los más perjudicados son los estratos más débiles. Los residentes latinoamericanos, como inmigrantes, son un colectivo débil, en especial aquéllos que vinieron a Europa sin mucha formación, en busca de una mejor situación económica, de forma de ayudar a sus familias que se quedaron en sus países de origen. En esos casos, es evidente que el elevado desempleo los afecta mucho. En España se está viendo una reversión del flujo migratorio, con inmigrantes latinoamericanos volviendo a sus países de origen, e incluso con españoles buscando suerte en la región. Pero no contamos con datos contrastados de la magnitud del fenómeno.

ED.- La buena situación macroeconómica en Bolivia se debe a las exportaciones de materias primas sin valor agregado como los minerales y el petróleo, ¿cuáles son las desventajas de priorizar una economía extractiva, antes que una economía productiva?

DS.- En primer lugar, una economía basada en productos de bajo valor agregado, como las materias primas, suele tener una menor capacidad para crear empleo. Las actividades extractivas son capital intensivas, por lo que no generan, al menos en forma directa, muchos puestos de trabajo. Pero, por otro lado, los precios de estos productos son mucho más volátiles en comparación a las mercancías de mayor valor agregado. Así, basar el crecimiento de un país en los recursos generados por un commodity, como los minerales y el petróleo, tiene el riesgo de ser capaz de controlar una variable clave de la macroeconomía, y que su variabilidad provoque problemas en el plano externo y fiscal. La clave es cómo aprovechar esos recursos naturales para agregarles valor, crear empleos de calidad y afianzar las cuentas fiscales y externas.

ED.- Después de casi un siglo, recientemente Bolivia emitió 500 millones de dólares en el mercado de capitales (Wall street), ¿Esta es una buena medida, tomando en cuenta que el país tiene excelentes niveles de reservas internacionales, en una época de bonanza económica?

DS.- Siempre es una buena noticia tener mayores opciones de financiamiento. Luego, se debe considerar si este momento de bonanza económica es el adecuado para endeudarse o bien, si no sería mejor ahorrar para momentos menos favorables. La respuesta es a qué se va a destinar ese monto de dinero. Si se invierte correctamente, en la forma de avanzar sobre los eslabones de la cadena de valor, o para crear empleo estable y de calidad, o sirve para reforzar mecanismos de estabilidad, puede ser un buen momento. Si la deuda no se utiliza provechosamente, entonces no lo sería.

ED.- Como especialista en economía ambiental, ¿Qué impacto tendría una carretera que atraviese por la mitad un área protegida como es el Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS)?

DS.- Las obras de infraestructura en las áreas protegidas siempre son temas muy escabrosos y sujetos a controversia. El conflicto surge porque la diversidad de esas áreas es disfrutada por todo el mundo, mientras que los costos (de oportunidad, al menos) los corren los países que las poseen, que generalmente –y no por casualidad- son países en desarrollo. Con el desarrollo de Europa nadie se puso a pensar en los costos de acabar con todo el bosque que cubría el continente. Ahora es un tema prioritario.
Lo ideal sería plantear un mecanismo mundial acordado para que los países que poseen áreas protegidas no los exploten económicamente, y que se cree un fondo ambiental de modo que los costos sean compartidos. Pero esta es una solución poco realista, por lo que realmente se debería estudiar cada caso y en este en particular no estoy interiorizado, por lo que no me animo a dar una opinión.

ED.- ¿Cómo es vista Bolivia en el exterior, en lo que se refiere seguridad jurídica, clima y facilidades para hacer negocios?

DS.- Bolivia es un país que, al igual que el promedio de la región, ha logrado un gran avance en los últimos años. La clave en relación al clima de negocios es lograr que la evolución actual de los agregados económicos sea estable y no algo coyuntural. Por otro lado, desde ya que la seguridad jurídica influye. Si bien Bolivia ha realizado alguna estatización en los últimos años, no tiene casos tan rutilantes como otros vecinos de la región y en ese sentido su comportamiento más bien ha sido premiado por los mercados. Mi impresión es que Bolivia avanza en la dirección correcta y de tener cuidado sólo diría uno: la inflación.

ED.- El Estado boliviano impone una serie de restricciones a las exportaciones de alimentos con la excusa de garantizar la provisión de alimentos en el mercado interno, ¿Esta es una buena medida?

DS.- Es muy difícil dar una opinión general acerca de una política económica específica. Se debe analizar bien el caso específico de qué alimentos se restringe su exportación en el contexto boliviano. Una política de restricción a las exportaciones de bajo valor agregado, con incentivos para agregar valor fronteras adentro, y luego exportar productos más elaborados, parecería una política coherente. Más aún teniendo en cuenta que esas mismas exportaciones forman parte de la dieta básica y por lo tanto representan una elevada proporción de los ingresos de las clases bajas. Pero repito, se debe analizar cada caso en particular. No sirven fórmulas universales.

ED.- En el marco de su política de “bolivianización” de la economía, el Gobierno prioriza el tipo de cambio favoreciendo a la moneda nacional, por encima del dólar, mientras economías vecinas optan por devaluar sus monedas, ¿Cómo incide esto en las exportaciones bolivianas?

DS.- Una revalorización de la moneda siempre es un factor que genera pérdidas de competitividad, por lo que no sólo desincentiva las exportaciones, sino que también fomenta las importaciones en detrimento de la producción nacional. Pero también es cierto que no es una tarea fácil controlar el tipo de cambio en un contexto de gran afluencia de divisas, producto de los elevados precios de las materias primas y de entradas de capital. Se debe tener en cuenta que una moneda devaluada siempre agrega unos puntos adicionales de inflación, y los costos que eso acarrea. En definitiva, es una tarea muy complicada manejar el equilibrio entre acumulación de reservas (política necesaria para propiciar la estabilidad en economías como las latinoamericanas) y mantenimiento de un nivel de inflación adecuado para el desarrollo de las fuerzas productivas.

ED.- El Gobierno boliviano está en contra de los Tratados de Libre Comercio (TLC). ¿Estos acuerdos económicos son perjudiciales o beneficiosos para las economías latinoamericanas?

DS.- Nuevamente se debería estudiar cada caso en particular. Pero a primera vista, un tratado de libre comercio entre dos economías con un grado muy dispar de desarrollo tiende a beneficiar a la economía más desarrollada, y perjudicar a la menos desarrollada, dado que la primera sería capaz de entrar a competir en el mercado local en condiciones similares a la producción nacional, sacándola del mercado. En cambio un tratado de libre comercio entre dos economías con un grado de desarrollo similar, puede beneficiar a ambas, ya que permite una mayor especialización, ampliación de mercados y escalas, sin que esto necesariamente implique eliminar del mercado a productores locales. En todo caso los TLC debería fomentarse muchos más pues sería la forma de reducir los perjuicios que hablamos anteriormente.

ED.- ¿Es pertinente que un Estado priorice la creación de empresas públicas estatales, antes de dar incentivos económicos a las empresas privadas?

DS.- El carácter público o privado de las empresas de servicios no es tan importante, como el hecho de que sean eficientes y presten un buen servicio. Esto no sólo mejora el nivel de vida de la población, sino que aporta a la competitividad de un país. Si el Estado es capaz de tener empresas de servicios públicos eficientes, pues adelante. En cambio, si prefiere dejar esa tarea al sector privado para centrar su atención en otras actividades, también estaría bien, siempre y cuando se genere una estricta regulación de las empresas privadas en el cumplimiento de los contratos y en la protección del consumidor en relación a posibles prácticas abusivas. Recordemos que las empresas privadas concesionarias tendrían una posición de monopolio, o al menos de mucho poder de mercado.

TRAYECTORIA

  • Director General de la Fundación CIFF (Universidad de Alcalá y Banco de Santander). 2009-2012.
  • Director del Instituto de Estudios Latinoamericano (IELAT). Universidad de Alcalá. 2007-2009.
  • Coordinador del grupo de innovación docente de la Universidad de Alcalá; “Enseñar y aprender en el ámbito de la economía ambiental” (2010-2012)
  • Gerente de la Universidad de Alcalá. 2004-2006.
  • Vicerrector de Asuntos Económico y Coordinación. Universidad de Alcalá. 2001-2004.
  • Vice Decano de la Facultad de Ciencias Económica. Universidad de Alcalá 2000-2001.
  • Miembro del Claustro Universitario. Universidad de Alcalá. (2000-2012).
  • Subdirector del Departamento de Fundamentos del Análisis Económico. UAH. 1999-2000.
  • Universidad de Alcalá 1995 Profesor Titular de Fundamentos del Análisis Económico.
  • Universidad Nacional de Salta. Argentina. (1992-1995). Profesor Titular de Teoría Económica.
  • Universidad de Alcalá, 1989-1992 Profesor Visitante de Fundamentos de Economía.
 
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