En un acto de desesperación, los pobladores del municipio de Ixiamas decidieron retener a su alcaldesa Willma Tintaya en las instalaciones de la Defensoría del Pueblo.
La autoridad es acusada de haber cometido el delito de desfalco de Bs 10 millones de las arcas del Municipio, según Paola Guerra, miembro del Comité de Vigilancia.
Por su parte, la alcaldesa de Ixiamas, en declaraciones a Erbol manifestó ayer que sus adversarios políticos “envenenaron a la gente” e hicieron que la secuestren en la Defensoría del municipio. “Dicen que robé 10 millones de bolivianos. Estoy encerrada y no me dejan salir ni al baño, no comí hace dos días y menos me dejan ir a mi casa. Estoy secuestrada, no me dejan hablar con nadie, necesito auxilio”, afirmó.
También acusó al concejal opositor de Unidad Nacional (UN), Omar Barradas Álvarez, “él probablemente instó a la gente señalando que robé dinero y me escapé”, insistió .
El presidente del Concejo Municipal de Ixiamas, Pascual Beyuna Choque, del Movimiento Sin Miedo (MSM), también se encuentra tras este caso por “intereses políticos”, argumentó.
La alcaldesa informó que acudió a la Asociación de Concejalas de Bolivia (Acobol) con documentación sobre su situación, pero que no hicieron nada al respecto.
En tanto, los pobladores aseguran que la función de Tintaya fue inoperante porque no se registró entrega de obras ni atención a demandas inmediatas. Entonces se procedió a fiscalizar los retiros de fondos del POA que hasta el momento suman casi Bs 10 millones, que no tienen un respaldo material.
En un cabildo efectuado el pasado 11 de diciembre en Ixiamas, los habitantes del municipio determinaron declarar “persona no grata” a su alcaldesa, quien sin embargo tiene su cargo avalado por el Tribunal Supremo Electoral, al haber accedido al cargo luego del fallecimiento del alcalde Eyner Silili, en el 2011.
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