El fiscal General del Estado, Ramiro Guerrero, anunció que pedirá un refuerzo a su seguridad personal, debido a la delicada función que desarrolla en la persecución de casos penales, donde, según dijo, “se tocan intereses de redes delincuenciales”.
Guerrero admitió ante los medios locales que venía utilizando el vehículo de la Fiscalía General para el transporte personal de sus familiares, pero manifestó que esa medida estaba relacionada con las medidas de protección que requería debido a la investidura que tiene.
Señaló que en la anterior gestión fiscal se hizo “uso abusivo” de los vehículos de la institución por parte de los hijos y sobrinos de las autoridades de la Fiscalía, señalando concretamente al ex fiscal, Mario Uribe.
Asimismo, no descartó un incremento en el personal de seguridad que trabaja a su servicio, incluyendo la probabilidad de agentes de civil.
En su caso, admitió que estaba utilizando el vehículo de la Fiscalía para recoger a sus hijos del colegio como garantía de seguridad en las funciones que cumple como acusador en la sociedad.
Respecto a la situación de las fiscalías departamentales, Guerrero comentó que más del 60% de los fiscales cumplen funciones eventuales que solamente el 35% corresponde a la carrera fiscal, y que los mismos desarrollan su trabajo en “ambientes hacinados y equipos técnicos obsoletos”.
Reveló que el Ministerio Público tiene 438 fiscales en todo el país, haciendo un cálculo entre los 10 millones de habitantes, cada fiscal tendría que atender a 22.831 personas.
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