Las declaraciones de los exministros de Gobierno y las actuales autoridades, salvo el de la Presidenta de la Cámara de Diputados es coincidente: el problema de la red de corrupción sólo alcanzó los mandos medios y nunca al Ejecutivo.
Ayer, el turno fue del ministro de la Presidencia, Juan Quintana quien señaló: “Yo creo que es una declaración desafortunada de la presidenta de la Cámara de Diputados; no existe, bajo ningún punto de vista, ningún tipo de vínculo entre estos funcionarios y altos mandos o jerárquicos, eso no existe ni va existir mientras estemos como Gobierno”.
La exautoridad de gobierno y hombre de izquierda, Rafael Puente, en una columna de opinión, abrió el debate sobre la venta de las tierras a Ostreicher, asegurando que esa será otra secuela o polémica de este caso. Cita además la compra de terrenos en el Aserradero Barbery Hermanos, dentro de la TCO Guarayu y que tendría una extensión de 3 mil hectáreas que ya fueron desmontadas mediante un Plan de Ordenamiento Predial.
De esta manera el tema toma otra vía y se queda en el ámbito estrictamente judicial.