¿Y qué de campesinos asentados en Pando?

Hace algunos años, el Gobierno decidió trasladar a varias familias campesinas al departamento de Pando con la intención de colonizar parte de ese extenso y rico territorio y, sobre todo, como medio “para brindar oportunidades de mejorar condiciones de vida”. Se dijo que el plan contenía la distribución de tierras, construcción de obras de infraestructura como escuelas, postas sanitarias, oficinas de registro civil y otros medios necesarios para que se desarrolle una vida en comunidad y prácticamente nada les falte a los nuevos colonos y sus familias.

Inicialmente se informó sobre algunos logros pese a que, según versiones de los propios campesinos, sólo habrían recibido la promesa de dotarles alrededor de 50 hectáreas, pero sin proporcionárseles medios para “deschacar” la selva, destrucción de malezas, utilización de herramientas, distribución de semillas y los asesoramientos precisos de entendidos en labores de colonización; lamentablemente, nunca más hubo informe alguno al respecto y quedó en la población la idea de que todo habría quedado en proyectos incumplidos para que vivan como puedan las familias asentadas.

El plan, concebido con la idea de abrir núcleos poblacionales, es bueno; pero si no se concreta obras en beneficio de la comunidad será imposible que los nuevos colonos puedan desenvolverse. ¿Qué dicen las autoridades de los ministerios de Agricultura, Asuntos Campesinos, Obras Públicas y otras dependencias al respecto? ¿Hasta qué punto han tenido intervención las autoridades de la Gobernación de Pando para concretar los planes previstos? ¿Cuál es la realidad de los niños? ¿Se ha instalado un puesto de policía y hay avanzadas de las Fuerzas Armadas en la región?

Hay infinidad de interrogantes que se debería responder no sólo para tener certezas sobre la vida, trabajos y progreso (si es que existe alguno) en esas familias que han abandonado sus predios en otros departamentos. Por otro lado, si el caso ha resultado exitoso, convendría repetirlo con otros grupos que podrían ser asentados en muchos sitios de nuestro extenso territorio que están abandonados, especialmente en las fronteras.

El Gobierno, conjuntamente sus dependencias, tendría mucho que informar al respecto; de otro modo, todo quedará en la laguna de los proyectos fantasiosos y de promesas incumplidas. Pando es el departamento que debe ser atendido por las autoridades y el asentamiento de familias que deseen voluntariamente trabajar en tierras aptas para la agricultura, explotación de materias primas y otros, podría contribuir al desarrollo de tan importante región.