Los vendedores de la Feria de Navidad ubicada en el Parque Urbano Central, ayer protestaron por la situación de bajas ventas con las que se encontraron , producto del pánico que causó el probable desplome del edificio El Alcázar.
Al menos doscientas personas que venden en las cercanías de la parte trasera de la infraestructura afectada, reclamaron porque la asistencia de compradores fue muy escasa.
“Pienso que la gente prefiere comprar de otros lugares, porque en este lugar ya se siente muy inseguros. Imagínense cómo nos sentimos nosotros que vendemos en este lugar. No hay clientes y estamos expuestos a cualquier desgracia”, afirmó María de los Ángeles Pereda, comerciante.
Por su parte, Juan Carlos Ari, comprador aseguró que “por costumbre fue a comprar a la Feria y sin embargo se extrañó porque la gente escaseó “, “es una pena que las vendedoras tengan que enfrentar esta situación por culpa de la negligencia de arquitectos y de la misma Alcaldía que permitieron una construcción tan grande que pone en peligro a tanta gente y de paso les quitan el pan de boca a las comerciantes”, afirmó.
En la tarde, comerciantes bloquearon la calle Genaro Sanjinés pidiendo que se les permita vender en este sector, dados los bajos índices registrados en el campo ferial.
Esta situación fue permitida al final de la tarde.
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