Elbio Ríos Ch.
Según teorías populares, el 21 de diciembre sería el fin del mundo, por distintas causas, como un choque con el planeta Nibiru, la caída de un gigantesco asteroide, por alineación cósmica de la Tierra y el Sol, inversión de los polos magnéticos, predicción de los mayas, etc. Pero no hubo cataclismo.
Lo cierto es que el hombre está causando el “fin del mundo” porque destruye el medioambiente al depredar miles de hectáreas de bosques nativos, eliminando especies de árboles y flores, cazando indiscriminadamente aves, reptiles y otros animales. Produce para satisfacer la demanda internacional de biocombustibles; contamina ríos, lagos y mares. Además el derretimiento y desaparición de nevados de montañas desequilibra el ecosistema. La destrucción de la capa de ozono y el calentamiento global son por la excesiva emisión de gases tóxicos generados por las industrias. La destrucción acelerada del medioambiente es peligrosa para la existencia de la vida humana.
Pero los bosques son los principales abastecedores de oxígeno, elemento vital para el hombre, pues purifican el aire, evitan la erosión de suelos, mitigan el efecto invernadero. Antes de la destrucción del medioambiente, el hombre primitivo respetaba la naturaleza y el cosmos. Hoy con el desarrollo tecnológico está destruyendo el medioambiente y la vida del hombre.
El mundo se va acabando cada día; la población mundial crece geométricamente, ya somos 7.000.000.000 de habitantes, con más de 1.000 millones de personas hambrientas y cada vez hay menos recursos naturales para sobrevivir, por la destrucción del medioambiente, no hay suficiente agua potable, alimentos, agua potable, empleo, vivienda, etc.
Por ello el cataclismo será causado por el hombre, cuando el medioambiente esté destruido, sin bosques; cuando ríos, lagos y mares estén contaminados; no habrá tierra para la agricultura y la población mundial estará desesperada y hambrienta. Por la destrucción de la capa de ozono el sol nos calcinará. Inclusive la desesperación humana puede llevar a la necesidad de usar armas de exterminio, para evitar más sufrimiento humano.
El hombre codicioso y egoísta causa el fin del mundo, con la destrucción del medioambiente y la desmedida actividad industrial, que llevan a la humanidad a la destrucción de todas las especies en el planeta. ¡Ninguna tecnología las salvará! Es necesario meditar sobre el fin de la vida, antes que sea tarde. ¡Que Dios salve a la humanidad!
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