Benedicto XVI encendió el Cirio de la Paz colocado en la ventana de su apartamento, que da a la plaza de San Pedro, y se inauguró el Portal de Belén, que, como manda la tradición cristiana, cuenta con la mula y el buey.
La inauguración del Nacimiento y el encendido del cirio son los dos ritos tradicionales con los que dan comienzo las celebraciones navideñas en el Vaticano. Este es el cuarto año en el que la Misa del Gallo se adelanta dos horas para que no se fatigue Benedicto XVI, que tiene casi 86 años y que mañana oficiará los ritos de la Navidad.
Durante el encendido del cirio, el pontífice no pronunció frase alguna, sólo rezó unos segundos por la paz en el mundo y con la vela hizo la señal de la cruz. Después, en medio de la oscuridad de la tarde-noche romana saludó con la mano y bendijo a los presentes en la plaza.