Desde hace varios meses, por no decir desde principios del año que termina, los precios de toda clase de productos han registrado alzas sucesivas, causando daños a los consumidores en general. Más aún, ese proceso se intensificó de manera intensa durante los tres últimos meses, al extremo que se puede afirmar que el costo de vida alcanzó a más del cien por ciento. ¡Y nadie dice algo!
Han subido los precios de alimentos, ropa, alquileres, transporte público, envasados, etc., con el agravante que, como sólo existen medidas oficiales que amparan esa situación y, lo que es peor, las autoridades hacen la vista gorda ante ese estado de cosas, esos precios seguirán subiendo, provocando, en esa forma, una situación de angustia social.
En semanas recientes, los transportistas de micros, buses, minibuses y taxis subieron sus tarifas en forma arbitraria entre el 40 y 50 por ciento. ¡Nadie dice algo! Los panaderos también subieron el precio del pan en forma indirecta, rebajando su peso y calidad. ¡Y nadie dice algo! Por otro lado, los pequeños comerciantes callejeros también reajustaron sus precios, sin que por lo menos alguien diga esta boca es mía, mientras los productores de frutas de Yungas y la zona de valles de La Paz alzaron sus precios en alrededor del cien por ciento ¡Y nadie dice algo!
Esa situación inflacionaria tiene a agravarse, pues los transportistas están decididos a elevar sus tarifas tanto a nivel urbano como rural, lo cual hará subir aún más los precios de productos agrícolas. En esa ola de subida de precios, también los panaderos amenazan subir el precio del pan y vender la unidad que ahora cuesta 40, a más de 50 centavos.
¡Y nadie dice algo!
En relación con el precio del pan -alimento básico de la mayoría de la población- los panaderos insisten en que sus costos no les permiten seguir produciendo como hasta ahora y enfrentan la amenaza de tener que comprar harina con mayor precio y que cada vez es más cara. Harina que el Gobierno se ve obligado a importar porque la producción interna de ese grano sigue cayendo, debido a obsoletas medidas agrarias como la Ley de reconducción comunitaria de la reforma agraria (antes Ley INRA).
La población se encuentra alarmada por ese proceso inflacionario y considera que los datos estadísticos que manejan las autoridades no están de acuerdo con el alza de precios, lo cual hace que cada vez sean menos los compradores.
Está por demás considerar los efectos que producirá la ola de alza de precios que enfrenta la población, sin que tenga quien la defienda. Si bien el año que concluye ha sido de grandes dificultades para los consumidores, no deja de preocupar lo que ocurrirá en el año próximo.
Entre tanto, los responsables de la situación económica del país hacen grandes gastos en obras faraónicas y viajes dispendiosos para asuntos nimios, en vez de dedicar esos dineros y esfuerzos a solucionar el problema agrario nacional. Dicha solución será la única que nos permita tener abundantes y baratos productos alimenticios y hará que la llamada “seguridad alimentaria” no sea un concepto demagógico.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán Consejo de Administración:
Miguel Lazo de la Vega |
Ernesto Murillo Estrada |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |