II
Existen dos razones que explican lo anterior: a) la puesta en marcha en Bolivia de la operación San Cristóbal, que por el pequeño tamaño de la minería boliviana, incidió más que otras nuevas operaciones en los otros tres países, pero fundamentalmente b) porque algo muy particular de la minería boliviana es la existencia de innumerables y pequeños yacimientos filonianos de estaño, wólfram, zinc, plomo, plata y oro, con vetas desarrolladas pero no explotadas por los precios bajos, así como son visibles muchos y pequeños yacimientos aluvionales de oro, tampoco explotados por los bajos precios, que por el efecto de precios excepcionalmente altos, pueden trabajarse con un amplio rango de utilidades, realizando pequeñas inversiones.
La fama de país minero fue ganada por Bolivia en las primeras décadas del siglo pasado, no por la existencia de yacimientos de gran magnitud, sino por la existencia de pequeños yacimientos de vetas muy ricas, en las que con poca inversión se lograba grandes utilidades. Dichas vetas ricas ya habían desaparecido a mediados del siglo pasado, pero los precios altísimos provocaron este nuevo boom, con la aparición de miles de pequeñas unidades productivas organizadas generalmente en cooperativas, por su influencia socio-política y para evitar el pago de impuestos.
La facilidad de la puesta en marcha de estas pequeñas operaciones se da también en su cierre, pues casi nunca deben hacer frente al pago de los beneficios sociales; tampoco en ninguna fase cumplen las rígidas regulaciones ambientales establecidas por ley pero cumplidas sólo por la minería privada, de modo que es una minería de poca inversión, rápida puesta en marcha, simple, flexible y con grandes ventajas tributarias.
No ocurre lo mismo con los tres países comparados, que dependen de grandes minas, por lo general de explotación masiva, cuyo proceso de maduración toma bastante tiempo, deben cumplir estrictamente las regulaciones ambientales y las inversiones requeridas son cuantiosas. Sin embargo estas operaciones por la tecnología de punta utilizada, tienen la ventaja de que pueden resistir mejor los precios bajos y a veces deben resistir precios muy bajos, toda vez que su cierre sería muy costoso, así como su reapertura (si acaso se da).
El ímpetu del sector cooperativo/chico es tal, que a septiembre de 2012 se ha convertido en el mayor exportador, desplazando a la minería mediana y ha hecho que el oro vuelva a brillar, colocándose como el segundo mineral de exportación (avanzó del quinto lugar en 2011) detrás de la plata y por delante del zinc, estaño y plomo. En las circunstancias actuales es de prever que este sector mantenga este sitial de privilegio y existe la posibilidad de que el oro pase al año al primer lugar.
Si acaso pasa el período de precios altos y sin necesariamente llegar a precios bajos, en el país se cerrarían miles de pequeñas operaciones y en lo que se refiere a reservas (minerales que se los puede explotar económicamente), estaremos peor que antes y entonces para que se produzca un nuevo boom serán necesarios precios demasiado altos, que podrían o no darse. Este el panorama de la minería cooperativa y chica.
En cuanto a la minería mediana, está demostrado que sus proyectos maduran en unos diez años y como al momento no existe un solo proyecto y las empresas en actual operación trabajan minerales cada vez más pobres, su incidencia será menguante, y COMIBOL tiene una participación mínima en las exportaciones mineras y pocas posibilidades de desarrollar nuevas operaciones, de manera que la minería en general sufriría una gran declinación, con escasas posibilidades de mejorar, volviendo al desesperante escenario de los primeros años de este siglo.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán Consejo de Administración:
Miguel Lazo de la Vega |
Ernesto Murillo Estrada |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |