Volverán los buenos tiempos

En las puertas el año 2013, con él volverán las esperanzas, los anhelos se renovarán cual corazón recién nacido. Las buenas gentes tomarán el año con el puño cerrado, invocando al Altísimo que los buenos hados ciñan las frentes. El tiempo reverdecerá en una sinfonía de los amaneceres; la vida tomará el color de la resurrección de las eras. La noche cerrada tras el pasado ominoso, será simplemente un recuerdo.

No podemos seguir dudando, no podemos permanentemente vivir entre el pesimismo y el fatalismo, tanto como nación, Gobierno y pueblo. Retomemos el encanto de los días, el sabor de la alegría de vivir en tiempos llenos de fe inquebrantable en el futuro.

Que nuestro velero incansable en el año que llega sea echado al mar, para navegar con norte y brújula. En el mar, con sus olas bravías e imprevisibles, recurriremos a nuestras habilidades para no naufragar o encallar en el infortunio. Ya tenemos bastante, ¿no les parece, amables lectores?

El año 2012 será un recuerdo, por lo bueno que sucedió, y una tumba insepulta si no se purifica con la oración y la acción, que son elementos básicos para conducir una sociedad. Tenemos que deshacernos de la basura; limpiar la casa y, con recta conciencia, lavar el corazón y nuestros rostros para siempre del oprobio y la vergüenza nacional que hoy nos afrenta.

Es tiempo de inventario moral, son días de reflexión para todos. Tomemos al año que llega, bebiéndolo poco a poco, con sobriedad, honradez y honestidad, sin doblez que hiera los sentimientos más caros de la ciudadanía.

En el 2013 “el sol nacerá de lo Alto”, para iluminar a todos, con su misericordia diaria, en tanto la tierra dando vueltas rendirá culto a su Creador Supremo, como un homenaje al único hecho más grande del universo: ¡la vida!

Seremos otros, cuando queramos cambiar, en tanto haya buena voluntad para hacerlo. Nada cambia por arte de magia, por las leyes o las costumbres; cambiamos por la necesidad urgentísima de dar testimonio de vida, de enseñar con el ejemplo.

Final: abrazamos a los abnegados lectores que tienen la paciencia de leernos, llamarnos y darnos aliento. ¡Que bebamos el vino sagrado de la resurrección en comunión con la paz deseada por todos!

Ventura en el año que llega, salud y rectitud en los próximos 365 días, que flamantes los estrenaremos, con el estilo de un traje de novia.

Puerto Suárez - Santa Cruz, Bolivia.