• Entre estos motivos se encuentra la mala administración de las empresas nacionalizadas, la insistencia en la construcción de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos pese a la oposición de las comunidades, la represión en Chaparina y el caso Ostreicher, entre otros.
El fin de semana, EL DIARIO presentó los resultados de una encuesta realizada en diferentes zonas de la ciudad, los cuales demuestran que el 76% de la población no votaría por Evo Morales. La analista política, Ximena Costa observa, al menos nueve razones para que la sociedad se incline por otros candidatos para emitir su voto en las elecciones de 2014. Los resultados causaron repercusiones en las redes sociales.
“Si en este momento se realizan las elecciones presidenciales ¿Votaría por Evo Morales?”, fue la consulta realizada a la ciudadanía por esta casa periodística. Un 76% respondió negativamente y un 24%, dijo que votaría por el actual mandatario. En la ciudad de El Alto las opiniones estuvieron divididas, pero en la zona Sur, Sopocachi y Miraflores, la mayoría expresó un marcado rechazo contra Morales. Algunos se animaron a manifestar que no tienen otra opción, pero que no respaldarían al actual Jefe de Estado.
“Evo Morales ganó las elecciones porque se supone que debía demostrar una nueva forma de hacer política. La razón por la que la gente votó por el MAS era para no ver lo que se está viendo hoy y en esa magnitud”, dijo Costa.
La politóloga hizo énfasis en nueve razones que lograron que la sociedad boliviana manifieste un abierto rechazo hacia el Jefe de Estado, aspectos que afectarán los resultados de los comicios del año 2014.
La política neoliberal, que parte desde el Ejecutivo, han llevado a nacionalizar pero a la vez mal administrar las empresas nacionalizadas y la imposición temporal de un gasolinazo. Su relación con los pueblos indígenas de Tierras bajas, después de las aparentes irregularidades que se demostraron alrededor de la construcción de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos, la represión en Chaparina y la negativa de diálogo con la dirigencia, fue otro aspecto que terminó por “desmentir” el rostro indígena del gobierno de Evo Morales, según dijo Costa.
Un tercer aspecto, sería el incremento de los hechos de narcotráfico, que derivan en un mayor índice de inseguridad ciudadana en el país. La imagen también aparentemente desgastada de algunos miembros del gabinete ministerial, también afectó al Primer Mandatario. La implicación de titulares y extitulares de las diferentes carteras de Estado, en el caso de la red de extorsión fue un adyacente a la ya corroída imagen del Presidente, explicó la analista.
Cabe notar que una de las exautoridades más cuestionadas fue el exministro de Gobierno y ahora embajador por los Derechos Humanos ante la ONU, Sacha Llorenti, ya que pesan sobre él, seis acusaciones de hechos irregulares que hasta la fecha han quedado impunes.
Asimismo, indicó que el descubrimiento de la red de extorsión en la gestión gubernamental de Evo Morales, en lugar de crear una imagen heroica en el aparato estatal, provocó un “oscurecimiento”. Según la encuesta realizada, un 90% de los consultados afirmó esta aseveración, mientras que sólo un 8% no estuvo de acuerdo y un 2% se abstuvo de responder.
La división que habría provocado en las organizaciones sociales el Ejecutivo, también provocó disgusto en la población que considera que las organizaciones sociales son parte de la base democrática.
Finalmente, Costa agregó que un aspecto que no es percibido por la sociedad en general, es el manejo presuntamente ineficiente de la política exterior, lo que derivó en que siete años de gestión, Bolivia aún no cuente con una salida soberana al mar.
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