La vuelta al mundo en 80 horas de Evo

Haber dado la vuelta el mundo en 80 horas y descubrir que el mundo es redondo, fueron motivo de regocijo del presidente Evo Morales, quien superó con creces el récord de un personaje inglés que hace más de cien años dio la vuelta el mundo en 80 días.

Así lo manifestó el mismo Presidente en un dilatado discurso que pronunció al llegar de Beijing a Cocapata, para inaugurar un coliseo. Expresó en esa oportunidad, aunque en forma algo desordenada, que viajó a la antípoda de Bolivia, la República China, la patria de Confucio, partiendo de La Paz hacia Occidente, periplo que lo llevó de ida a Venezuela, Islas Canarias, España, África y lugares “que no recuerda”, para retornar a Bolivia, vía Rusia, Canadá, México y varios países latinoamericanos.

La siguiente es la versión textual de La vuelta al mundo de Evo Morales: “Hemos dado la vuelta el mundo. Quiero decirles… estamos retornando; desde China hasta La Paz viajamos 28 horas, primero como siete horas de China a Rusia, otras siete horas de Rusia a Canadá, de Canadá a México y después para La Paz. Al ir viajamos de Bolivia a Venezuela, desde Venezuela a las Islas Canarias, España, entre África y España y de ahí viajamos a otro pueblo, no me acuerdo bien, recién llegamos a China. La segunda vez casi en 60 horas hemos dado la vuelta el mundo con el avión de la presidencia. La tierra es redonda, por acá salimos por el océano Atlántico y retornamos por Canadá para llegar a La Paz. Mucho viaje por compromiso con Bolivia”.

Confirmando que el presidente Morales se ha convertido en un “referente mundial”, se puede decir que el mandatario boliviano batió un récord mundial que debe figurar en el Libro Guinness. En efecto, se trataría del primer caso en el que un Jefe de Estado da la vuelta al mundo y nada menos que en tiempo muy corto.

Lo más notable del caso es que el Presidente boliviano dio la vuelta el mundo en 80 horas (cuatro días) o sea sólo el 5 por ciento del tiempo que utilizó -como una hazaña increíble- un personaje inglés que necesitó, para realizar ese periplo, 1.920 horas (80 días).

El viaje de Beijing a Cocapata se realizó en el costoso avión presidencial; junto al mandatario iban varios ministros, quienes participaron en el feliz lanzamiento del cohete chino que costó al Estado boliviano 332 millones de dólares, artefacto que está a 36 mil kilómetros de distancia de la tierra y que nos deparará sabias enseñanzas para la salud, servicios básicos, educación y fórmulas culinarias. Es más, nos ayudará a salir de la pobreza.

Finalmente cabe resaltar el alto nivel al que llegó el progreso tecnológico en algunos países, pues mientras en Bolivia no producimos ni un simple alfiler, en los países capitalistas se producen aparatos tan sofisticados que se mantienen en el cosmos, como dicho satélite, o bien dar la vuelta el mundo en avión, ya no en 80 días, como el fantástico personaje de Julio Verne hizo hace más de cien años, sino dar una vuelta el planeta en 80 horas, como lo hizo el Presidente boliviano.

Finalmente, todavía no se puede evaluar ni económica ni políticamente el costo de esa gira alrededor del mundo, la misma que hizo derramar mares de lágrimas, empapar pañuelos y hasta las mangas de sus sacos a los funcionarios que gozan del presupuesto nacional, y que dieron un lamentable toque ridículo ante los ojos de los televidentes.