Promover la iniciativa de unidad

Los chilenos cuando se trata de defender su territorio se unen, a pesar de las diferencias políticas, y hablan un solo idioma. No dejan resquicios para la discrepancia. “Cuando se trata de defender el interés nacional, no hay gobierno y oposición, ni derechas e izquierdas, lo que hay es una defensa cerrada de la política exterior chilena, entendida como política de Estado”, sostuvo Ignacio Walker, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado de la República de Chile (Página Siete, 1/4/2013). “Este gobierno y todos los chilenos haremos respetar siempre el territorio nacional”, dijo, asimismo, Cecilia Pérez, vocera del gobierno de Sebastián Piñera (EL DIARIO, 26/3/ 2013).

En consecuencia los bolivianos, de oriente y occidente, urbanos y rurales, debemos adoptar similar actitud para apoyar la demanda marítima que radica ahora en la Corte Internacional de Justicia de La Haya. No olvidemos que nuestros agresores inventaron inclusive la versión de que “Bolivia nunca tuvo un acceso al Pacífico y que la invasión al Litoral fue una guerra por posesión territorial”. Palabras de Jaime Lagos, articulista de la red Bio Bio (El DIARIO, 26/3/2013).

Los bolivianos, cualquiera suba al Poder en Chile, tenemos la obligación de ratificar la demanda marítima, a fin de que la justicia internacional conozca que nuestro encierro geográfico es resultado de la nefasta invasión de 1879, protagonizada por el expansionismo depredador.

Exijamos al nuevo Gobierno chileno, socialista o supuestamente socialista, escuche o no, la pronta solución al centenario problema, como intento para preservar la paz y profundizar la integración regional. No podemos permanecer con los brazos cruzados, inmersos en nuestros odios y animadversiones, mientras el agresor se moviliza dentro y fuera de sus fronteras, para desvirtuar la verdad histórica de los hechos de l879. No es el momento para polemizar sobre si la señora Michelle Bachelet puede solucionar o no el problema marítimo, es hora de reiterar nuestra decisión de recuperar el bien perdido.

La memoria de quienes defendieron la heredad Patria en 1879 merece ser retribuida, no con superficiales discursos ni ofrendas florales sino con unidad de derechistas e izquierdistas, tan intolerantes e irreconciliables, en la perspectiva de constituir una fuerza común para presentar propuestas ante el invasor. Por lo tanto, que el espíritu de unidad nos guíe en nuestro cotidiano quehacer y el sectarismo político sea desechado en definitiva. En esa histórica dirección debemos redoblar esfuerzos de creatividad y productividad con miras a restituir la soberanía boliviana en el océano Pacífico.

En suma: no sigamos inmersos en el bolsón de la disensión, busquemos la manera de liberarnos de ella para promover la iniciativa de unidad, que nos permita aproximarnos al objetivo de recuperar la salida al mar, que nos fue arrebatada por el invasor.