“Corporación Deportiva Borelli”, un programa radial de antaño

Corría el año 1964 y cuando el vespertino “Jornada” era dirigido por el destacado periodista y poeta Jorge Suárez (curiosa coincidencia de nombres), conocí a don Julio Borelli Viterito, quien era jefe de la Sección Deportiva y trabajaba junto a su hijo Julio José, y con Solón Gallo y Germán Cassasa.

Entonces era yo un colegial adolescente que publicaba caricaturas políticas en la primera página y debajo del logotipo de identificación del periódico. Para “cranear” el tema de la caricatura del siguiente día, pasaba largas horas dando vueltas y vueltas por las oficinas del vespertino ubicado entonces en la zona de San Pedro y fue entonces que un día de esos don Julio me dijo: “Oye, Villita, tú que estás libre ¿por qué no me colaboras escribiendo a máquina lo que yo te dicte?”.

COMIENZO DE LA AMISTAD

Así comenzó nuestra amistad. Lo colaboraba en algunas oportunidades, escribiendo en una máquina (de las antiguas, a tecla); y también publicando caricaturas de algunos deportistas de la época.

Todo meditativo y moviendo sus manos como un experimentado orador, don Julio dictaba el contenido de sus comentarios relativos a los partidos de fútbol de ese día y para poder escribir todo ello, yo tenía que extremar esfuerzos y con sólo dos dedos, los índices de ambas manos, lograba transcribir sus apreciaciones.

En ese trabajo, el periodista Borelli me guió adecuadamente, me dio consejos y enseñanzas muy valiosas sobre la manera de escribir para un periódico. Años después, toda esa experiencia al lado de tan buen maestro, fue muy útil para mi posterior dedicación al periodismo escrito.

“CORPORACIÓN DEPORTIVA BORELLI”

Pasó el tiempo y nos llevó el destino por sendas distintas. Entonces, para escuchar su inconfundible voz y rememorar tiempos gratos, sintonizaba semanalmente su programa radial “Corporación Deportiva Borelli”, primero en una emisora y después en otra; y si la memoria no falla, parece que esas radios eran “Nacional” y “El Cóndor”. Todo lo narrado ocurrió hace mucho más de veinte o treinta años.

EL COLISEO DE LA CALLE MÉXICO

Por ese tiempo también varias veces tuvimos encuentros casuales en las calles de La Paz y don Julio caminaba muy apresuradamente realizando trámites y observando o dirigiendo el sueño de su vida: el coliseo de la calle México que hoy justicieramente lleva su nombre. En uno de esos encuentros me obsequió una mediana fotografía suya en la que posaba con su infaltable y pequeño sombrero “petitero”, matizada la imagen con su sencilla y amable sonrisa.

Meses después me enteré, mediante un aviso necrológico, de su fallecimiento. Y fue entonces que recordé y aún recuerdo a ese gran señor, destacado periodista y caballero en todo el sentido de la palabra, como fue don Julio Borelli Viterito.