Lluvias y granizadas inundan calles de Oruro

Más de 500 trabajadores se movilizaron para socorrer casos de emergencia en la zona Este y limpiar el lodo acumulado.


LA ACUMULACIÓN DE AGUA ALCANZÓ POR LO MENOS 50 CENTÍMETROS, EN ALGUNAS CALLES DE LA CIUDAD.

Oruro, (EL DIARIO).- Las inundaciones que se registraron en diferentes zonas de la ciudad de Oruro provocaron la movilización de 500 trabajadores, para limpiar la tierra y el lodo y atender casos de emergencia que se registraron especialmente en la zona Este, que no tiene sistema de alcantarillado.

Los trabajadores realizaron la limpieza de la plaza 10 de Febrero y otras principales de la ciudad, después del granizo que cayó el 31 de diciembre pasado y que destruyó gran parte de las hojas de los árboles. En el piso, se advertía las hojas caídas, que parecían alfombras verdes.

Las flores que adornaban los jardines de las plazas quedaron inutilizadas.

El director de Obras Públicas Municipales, José Ayala, dijo que las viviendas ubicadas alrededor de la avenida de Circunvalación “están rodeadas de agua”, porque las lluvias “siguen cayendo”. Por ese lugar, el alcantarillado está en etapa de instalación y complementación.

Miles de vecinos de la zona Este no lograron realizar las fiestas acostumbradas de la llegada del nuevo año, sino que estaban pendientes de los efectos de las lluvias. Muchos tuvieron que preocuparse de sacar las aguas hacia la calle y limpiar el lodo.

En gran parte de las casas, “llovía más por dentro que por fuera”, como ocurrió en la misma Gobernación, que tiene un techo nuevo, pero los sistemas de desagüe estaban tapados por la granizada. Similar problema ocurrió en el Mercado Bolívar, donde los comerciantes pidieron auxilio para evitar el deterioro de los alimentos.

El edificio del Servicio de Agricultura y Ganadería (Sedag) se desplomó hacia la calle. “Por precaución, hemos abandonado el edificio, tres meses antes, porque habían rajaduras en las paredes. Por eso, hemos pedido la construcción de un nuevo edificio para nuestras oficinas”, afirmó el director de esa unidad dependiente de la Gobernación, Severo Choque.

Los funcionarios fueron “reubicados dentro del edificio de la Gobernación”, para que puedan seguir sus labores habituales.

“Estamos buscando con qué detener el agua que entra a nuestras viviendas”, afirmó Emeterio López, vecino de la calle Velasco Galvarro, entre Rodríguez y Herrera, donde había una acumulación de agua de por lo menos 50 centímetros, por encima de las aceras y cordones.

El agua entraba a las casas. Los vehículos no se animaban a circular por esa calle, por razones de seguridad. Los problemas fueron muy graves, no solamente en ese sector, sino también en las calles aledañas a la plaza 10 de Febrero, confirmó el director de Obras Públicas, José Ayala, quien criticó a los vecinos, porque dejan las basuras en las calles, hecho que provocó el taponamiento de las alcantarillas.

Según los vecinos de la calle Velasco Galvarro, “estaban más preocupados de salvar muebles, camas y ropa, porque todo estaba mojado y se remojaron las paredes y cimientos”.

Las calles se convirtieron en ríos. Los comerciantes que se encontraban vendiendo alimentos tuvieron que cerrar sus puestos la noche del 31 de diciembre. Para pasar de un lugar a otro, algunos se ponían bolsas de plástico en los pies.

Según el informe de la Unidad de Drenaje Urbano, se atendieron 30 casos, desde el 31 de diciembre del 2013 hasta el 2 de enero del 2014. “Hemos trabajado en la medida de nuestras posibilidades en las casas. Las paredes de adobe se remojaron, especialmente en la calle Montesinos, esquina Velasco Galvarro, Mercado Bolívar, calle Cochabamba. Había inundación por todas partes, especialmente fuera de la avenida de Circunvalación”, afirmó el jefe de la Unidad de Drenaje Urbano, Jorge Pacheco.

Las torrenciales lluvias provocaron problemas también en las oficinas de la alcaldesa municipal, Rossío Pimentel. El agua se filtró por los techos.

El barrio Las Pampitas y la urbanización La Aurora, ubicadas en la zona Norte, están inundados. Otras zonas aledañas también han sufrido las consecuencias de la falta de alcantarillado sanitario. Las casas se encuentran al centro del lodo. Los dueños de casa levantaron cimientos hasta de 1.5 metros de altura, precisamente para evitar el desplome de las viviendas.

“Por el momento, se han limpiado las cunetas, para que fluyan las aguas en forma normal, durante esta época de lluvias. Esperamos no tener más problemas”, dijo Ayala.

OPINIÓN

“No solo es granizada y lluvia. También hemos encontrado plásticos de toda clase en las alcantarillas, tapando el sistema y evitando el funcionamiento normal del sistema de desagüe”, explicó Jorge Pacheco, jefe de la Unidad de Drenaje Urbano,

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