Aunque normas y leyes de Estado pretendan erradicar el trabajo infantil, esta forma de actividad no desaparecerá porque es parte de la estructura social de Bolivia, afirma el analista, educador y sociólogo de Save The Children International, Antonio Casas Quino.
“El niño o niña, por las situaciones socioeconómicas y familiares, se encuentran en la necesidad de salir a trabajar, siendo que la ganancia de sus padres no abastece para cubrir las necesidades básicas en sus familias”, justificó.
El profesional aseguró a EL DIARIO que el trabajo infantil tiene una connotación cultural, porque a corta edad y de manera voluntaria se van incorporando en las actividades económicas que realizan sus padres. “Esta realidad se presenta, porque las cosmovisiones culturales así lo marcan en sus estilos de convivencia, sea en el área rural o urbana”, dijo.
“En consecuencia, el pretender erradicar el trabajo infantil es una tarea complicada e imposible”, sentenció.