Maltratos a menores

La niñez es considerada el tesoro más preciado, pero algunos niños y niñas soportan inhumano trato social, abandono, no tienen cobertura de salud, siendo propensos a enfermedades, son objeto de maltratos físicos ejecutados por sus padres o madres irresponsables, que les aplican castigos por ocasionar gastos económicos por alimentación (en muchos casos mínima) y vestimenta, principalmente. Otros son obligados a vender dulces o cigarrillos en bares y restaurantes, mientras algunos se dedican a lustrar zapatos en las calles, enfrentando peligros de toda naturaleza.

Pequeños seres humanos son sometidos a penosas modalidades de vida, sin que sus familiares les brinden por lo menos una educación básica, quedando con traumas en su etapa de crecimiento. Por sufrimientos y privaciones de recursos de subsistencia, resultan tímidos para lograr sus objetivos y ante el temor a reclamar a sus mayores, soportan castigos físicos de toda índole, sin poder defenderse ante sus ocasionales verdugos, familiares o extraños, lo que implica flagrante discriminación.

Padres irresponsables no atienden como es debido a su hijos e hijas y tampoco se brinda plena protección jurídica a niños, niñas y adolescentes. Por el contrario, algunas madres solteras toman represalias y se ensañan con sus hijos, propinándoles maltratos, para luego abandonarlos sin remordimientos.

Una consecuencia de tales maltratos y falta de educación oportuna a niños y niñas, es que cuando ya son adolescentes, con más necesidades de subsistencia, se someten a realizar trabajos forzosos de cualquier naturaleza y a veces a mendigar cuando se enferman. Otros, sin posibilidades de ingresar a actividades lícitas, se dedican a formar pandillas juveniles en distintas zonas, cometiendo robos y crímenes para satisfacer sus necesidades.

Es así que algunos jóvenes que tuvieron una niñez problemática y acosados por múltiples necesidades, no tienen otra posibilidad que dedicarse a la delincuencia, con sus consecuencias nefastas y sin temor a las consiguientes acciones penales de encarcelamiento, ya que piensan inclusive que en las cárceles tendrán alimentación diaria y espacio para descansar, antes que pedir limosna.

Por esos y otros problemas, las autoridades respectivas tienen la obligación ineludible de brindar educación a las mayorías nacionales, en ramas técnicas y diferentes especialidades, así como hacer que conozcan sus derechos constitucionales. Todo eso es necesario, antes que las autoridades se limiten a hacer promesas demagógicas.