Primero como embajador del Reino de los Países Bajos, luego como encargado de Negocios, Ron Muijzert cumplió una destacada misión en Bolivia. Lamentablemente, la Embajada tuvo que cerrar puertas en el país y esa labor le correspondió al embajador Muijzert, quien se despidió de sus relaciones sociales, junto a su esposa Etty Villanueva, en una recepción social, ofrecida en el Círculo de la Unión.
El discurso de ocasión estuvo pleno de emotividad, ya que los esposos Muijzert supieron cosechar excelentes amigos por su sencillez y carisma, pero la mayor satisfacción para el Embajador fue haber contribuido al país, a través de la cooperación holandesa en muchos exitosos proyectos, lo que le llenó de satisfacción.
El diplomático dijo que ahora la Embajada funcionará con sede en Perú con un Embajador concurrente que se encargará de supervisar las actividades de cooperación e intercambio bilateral. Anunció además que el Consulado continuará en nuestra ciudad como también en Santa Cruz de la Sierra.
Una de las características del embajador Muijzert fue su apoyo pleno a la actividad cultural, por lo que la noche de su despedida la Orquesta Filarmónica de El Alto le dedicó una selección de obras durante un concierto.