El poder de la mentalidad positiva

La vida, tan preciosa que vivimos, es, constantemente estropeada por los cortocircuitos producidos entre mentalidades positivas y negativas.

La comunicación exitosa es la danza de las personas que produce armonía, paz y entendimiento; en cambio, la actitud negativa, todo lo echa a perder.

De la negatividad mental provienen muchos males de la vida y es necesario, conocer a fondo, qué es la negatividad mental y en qué consiste, específicamente.

Podría decirse que la negatividad es un estado de ignorancia de la polaridad mental y de los valores clave que permiten el mejoramiento de las personas; las personas negativas no dan importancia a la lectura ni conocen el valor de mejorar a través del aprendizaje, por lo tanto, no dan importancia al hecho de superarse a sí mismos, desconocen las consecuencias del poder de las palabras y de sus propios pensamientos; el criticar a los demás es su plato favorito y en los hechos, nada de lo que hacen tiene calidad ni originalidad, casi siempre viven de otra persona y a cambio y en compensación suelen hacerles la vida imposible y tal vez, la característica más nefasta de las personas negativas es que envenenan mentalmente todo ambiente en que habitan produciendo malestar en todo lugar.

Clarificar este tema es importante, porque lo que pasa con los individuos, pasa en la familia; quizá los grandes problemas que tenemos, provengan de la negatividad colectiva, y creo que la negatividad se la puede superar cuando se la identifica plenamente y cuando visualizamos o imaginamos las tristes consecuencias de carecer de valores y hábitos constructivos, que son propios de la negatividad.

Aprender a leer por sí mismos, hasta que dicho hábito se sostenga por sí solo, podría ser la consigna para crear una sociedad que practique la lectura de autosuperación, los beneficios son innumerables y uno de los más inmediatos son el mejoramiento del carácter, el desarrollo de la inteligencia, tanto racional como emocional y el dominio de las actitudes, tanto mentales como emocionales, que acompañan todos nuestros estados y comportamientos.

Las palabras provienen de nuestros pensamientos internos y nuestros pensamientos forjan nuestro destino. 

La negatividad verbal, reflejo de una negatividad e ignorancia interna, sólo puede producir fracaso, dolor e infelicidad; se la puede reconocer por la actitud que exhibe y por la molestia y malestar que produce en las personas positivas; las personas negativas no practican la superación; la positividad verbal, es, de la misma manera, reflejo de una positividad interior, que se manifiesta como una clara sensatez y una notable diferencia.

Las personas positivas irradian alegría, generan armonía, trabajan bien, hacen las cosas bien hechas y con buena voluntad, están siempre dispuestas a colaborar y son “personas solución”, viven en estado de superación y no siempre para demostrar a los demás sus progresos, las personas positivas suelen ser fieles y leales, se mantienen sanas y disfrutan  de la sabiduría donde la encuentran. Si todavía usted no es positivo, puede conseguirlo fácilmente, utilizando su poder de decisión y de sinceridad, le aseguro que los frutos que comenzará a cosechar serán muy diferentes, su vida cambiará y sus progresos lo confirmarán. “Yo soy un hombre positivo y los frutos de mi mente ahora se multiplican y me producen felicidad y abundancia”, escriba esta afirmación hasta memorizarla y luego prométase repetirla internamente durante toda una semana, si usted es una dama, simplemente cambie el género a la oración.

Recuerde, quien llega a conocer la positividad, abandona todo sufrimiento y toda actitud desagradable para recordar que sólo la verdad libera y el amor y la armonía son nuestro estado natural.

Le recomiendo que haga realmente el ejercicio propuesto y verifique los efectos y resultados, los pensamientos son fuerzas creativas reales y los efectos que producen también.