El frío polar que ha congelado esta semana un tercio de Estados Unidos ha empezado a retirarse ayer, lentamente, dejando atrás al menos una veintena de muertos y pérdidas que se estiman en más de 5.000 millones de dólares.
La tormenta invernal “Hércules”, que cubrió con fuertes nevadas el noreste del país a finales de la semana pasada, y la ola de frío que batió récords en vastas áreas de Estados Unidos, han afectado a unos 187 millones de personas.
Este miércoles amaneció con cielo despejado en la mayor parte de los 32 estados que permanecían con aviso oficial de emergencia por las bajas temperaturas. Varias de las víctimas fueron personas desamparadas, sin hogar o que no llegaron a tiempo a alguno de los cientos de albergues públicos abiertos por las municipalidades y las iglesias.