Junín o la batalla de las naciones

En mayo de 1824 la causa libertaria en el Perú estaba perdida, sin combatir, ya que Simón Bolívar contaba con un minúsculo ejército que no podría enfrentar al poderoso ejército realista.

Incluso días antes el Libertador fue encontrado en la localidad de Pativilca, camino a Lima, en un estado de salud lamentable. El Coronel Mosquera, su ayudante, viéndolo temblando, piel y huesos, en cama en un cuartucho de pueblo, con vómitos constantes y una espantosa fiebre, asustado y lleno de pena al verlo, le preguntó: Y, mi General, ¿qué haremos ahora?

La respuesta fue inmediata: “Triunfar”.

Y con esa actitud propia del Libertador, aun contra el caos del Gobierno peruano, entrenó a un ejército capaz de enfrentarse a los realistas; pidió ayuda a la Iglesia, que entregó las joyas sagradas para obtener dinero, todo lo que contenía estaño, en fin, con la colaboración del General Antonio José de Sucre pudo reunir un ejército fuerte de 9.000 hombres.

El plan de ataque de Bolívar era encerrar al ejército realista en la sierra, y en esas condiciones buscarlo. El Libertador designó como jefe de las fuerzas coaligadas al Gral. Sucre, bajo inmediato mando suyo; las fuerzas peruanas bajo el mando del Gral. La Mar; la caballería patriota en conjunto al mando del Gral. Mariano Necochea, argentino, bajo su mando; el General Miller, irlandés, de notable actuación en la lucha libertaria, estaría con la caballería peruana, donde se incluía a los Granaderos a caballo argentinos, y el Gral. Carvajal con la caballería colombiana, más los refuerzos colombianos recién recibidos con los generales Lara y Córdova.

A mediados de junio el ejército patriota inició su movimiento hacia el cerro de Pasco, y hacia la cordillera.

El 2 de agosto pasó Bolívar revista a las tropas en Pasco, a 4.000 metros de altura. El 6 de agosto se inició la batalla, el ejecito realista al mando de Canterac regresó de Pasco en forma acelerada. Bolívar ordenó al Gral. Necochea alcanzarlo y lo consiguió a las 4 de la tarde, pero en un desfiladero escogido por Canterac, éste cargó contra los patriotas, rompiendo sus filas. Pero el Mayor Brown, con un escuadrón colombiano, el Cnel. Suárez con los Coraceros del Perú, y el Cnel. Silva con los Húsares de Colombia, cargaron contra el enemigo por la retaguardia.

En el ataque fue herido de gravedad el Gral. Necochea, con siete heridas de sable y lanza; le sucedió en el comando el Gral. Miller y con el Cnel. Carvajal al frente de sus escuadrones se restableció el combate y al ser derrotada la caballería realista, huyó con sus escuadrones de infantes.

En la batalla no se escuchó ni un disparo, la lucha fue con arma blanca, sables y lanzas. El Libertador dispuso en pleno campo de batalla el nombramiento de Húsares de Junín a las tropas del Cnel. Suárez; el Gral. Silva fue citado por la actuación de sus valerosos llaneros de Colombia.

El Gral. Canterac ordenó la retirada del ejército realista, lo más al sur posible, para esperar y contar con los refuerzos de los generales Valdez y Olañeta.

Junín fue llamada la batalla de las naciones, porque en las filas patriotas estaban colombianos, peruanos, argentinos, chilenos, brasileños y un paraguayo. El triunfo de Junín fue festejado en toda América, luego vendría la victoria de Ayacucho.

Sociedad Bolivariana de Bolivia. Fundada en 1936.