Temas de la vida cotidiana
La tarde del pasado lunes 6 de enero trascurría tranquila y hasta casi apacible y poco calurosa en la ciudad de La Paz, particularmente en la zona de Miraflores. Pero alrededor de las 15:30 o 16.00 horas el terror se apoderó de este lindo y tradicional barrio paceño, cuando el humo comenzó ascender velozmente por el cielo y las llamas empezaron a propagarse del noveno al décimo piso del Edificio Villalobos. Horror, dolor, impotencia, miedo, rabia y otros sentimientos se reflejaban en los rostros de quienes transitábamos por el lugar, aunque las esperanzas estaban puestas en el cuerpo de bomberos.
Impaciencia sentíamos los transeúntes, quienes una y otra vez buscábamos en medio de la lejanía a los carros y a los bomberos, luego veíamos vehículos tipo vagonetas. Fue tardía la respuesta, muy poco se podía hacer para pelear con las llamas que se extendían rápidamente. Aparecían más vagonetas del mismo tipo, ambulancias y casi después de media hora, cuando ya estaban controlando el incendio, llegó un carro con mangueras, pero por lógica era imposible que llegaran hasta un noveno o décimo piso.
Protestábamos, renegábamos, lastimaba el dolor de los vecinos habitantes de los edificios, muchas personas temían que por la presencia de alguna garrafa de gas o las conexiones de gas domiciliario, si las tenían, pudiera volar el mismo edificio. Sólo Dios ha podido ayudar y evitar una tragedia mayor; había héroes en medio del hecho, los mismos bomberos, vecinos que pasaban recipientes con agua, dos jóvenes hermanos que rescataron personas, benditos y valientes anónimos que arriesgaron su vida por rescatar a las personas y apagar las llamas. El fuego se calmó y los departamentos aún estaban humeantes, se percibía la desesperación, el dolor de los habitantes de los dos bloques, de los vecinos. La gente aterrorizada miraba y comentábamos que no estamos preparados para este tipo de situaciones, por lo que a continuación hacemos algunas necesarias y oportunas reflexiones, buscando el bien de todos y sin lastimar a alguien.
Apreciamos la capacidad, valentía, idoneidad de nuestros bomberos, los voluntarios y sus autoridades, pero no tienen los recursos suficientes, no se puede apagar un incendio con extinguidores. Por las características de nuestra ciudad La Paz y sus edificios, deberían tener uno o dos carros bien equipados, con mangueras y escaleras que lleguen hasta un piso 18 o 20. Deberían contar con los elementos necesarios para enfrentar estos siniestros, para que haya rapidez en la respuesta y llegada oportuna. Son de urgencia el equipamiento, la modernización y la capacitación del personal para la ciudad que tenemos ahora, a lo mejor deberían formar personal en el exterior, a fin de que sean capacitados para cada tipo de siniestro.
Los ciudadanos en nuestros hogares y lugares de trabajo revisemos nuestras conexiones eléctricas, cambiémoslas si es necesario, tengamos cuidado con las velas y las conexiones de gas domiciliario que sean supervisadas por profesionales en el área, que garanticen la calidad, duración y calidad de las mismas. A DELAPAZ alertamos por las marañas de cables, cables pelados, colgando o caídos en viviendas o calles; por qué no dar consejos en microespacios televisivos que orienten y prevengan. Evitar que se repitan el terror y el dolor de ese lunes de Reyes es tarea de todos.
Pero fundamentalmente compete a las autoridades de gobierno, además de la Policía, la Prefectura o el Gobierno Autónomo Municipal de La Paz; alguien más tiene que ocuparse de que tengamos un cuerpo o una Dirección Nacional de Bomberos altamente equipada. A veces se gasta el dinero en tonteras, mejor vamos a invertir en nuestro futuro, en prevención, en evitar dolor y desgracias, por el bien de paceños, no paceños, de nuestros hermanos bolivianos, por el bien nuestro y de nuestras familias, a lo mejor el equipar a nuestro cuerpo de bomberos sea una prioridad del Estado.
E-mail: ceciam2003@hotmail.com
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |