Se hace muy sugestiva la muerte del supuesto empresario Arturo Cuba en celdas de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen el día 9 de los corrientes. Tanto las autoridades de la Felcc, como el examen forense y la fiscal del caso, Liseth Sarco, sostienen el deceso por “asfixia mecánica”. Por su ambigüedad esta denominación no define si se trata de un suicidio o de un presunto asesinato por estrangulamiento. Para los familiares esta segunda hipótesis es la más segura. Ni siquiera se tomó las declaraciones de los encargados de la custodia ni de otro detenido en la misma celda.
El cadáver presenta dos surcos alrededor del cuello, y no uno si acaso se tratara de un suicidio, parece inverosímil que las manos aparezcan atadas atrás y que el interfecto esté parado sobre el piso como lo presentan las fotografías. Además cómo obtuvo los cordones de calzado con los habría atentado contra su vida, los mismos que son retenidos junto a cinturones y otros por los guardias de turno. Sin duda, hay muchas incógnitas.
Arturo Cuba gerentaba la empresa “Benavides Millares” con sede en Sucre, tenía varios procesos o denuncias por presuntas estafas, sin embargo gozaba de libertad. Una vez muerto, altas autoridades lo sindican de una serie de falsificaciones de boletas bancarias para respaldar obras del programa “Bolivia cambia, Evo cumple”, administrado por el Ministerio de la Presidencia y la Unidad de Proyectos Especiales dependiente del anterior. La UPRE es otra de las sorprendidas con las andanzas del extinto. Si todo esto es así tampoco es admisible que Cuba sea el único responsable.
Tampoco es posible que las boletas bancarias falsas pasaran desapercibidas para tantos organismos y personeros del Gobierno desde el 2006, año en el que nace “Bolivia cambia…”. Se sabe también que engatusaba en la misma forma al Fondo Nacional de Inversión Productiva y Social y nada menos que a la Administradora Boliviana de Caminos, etc.
Tan inextricable caso lleva a suponer que no es el único en torno al bullado programa que maneja el Ministerio de la Presidencia, como que se elevaron denuncias de obras mal ejecutadas, o contratadas hace tiempo pero no iniciadas hasta el momento, en Sucre, hecho que puede generalizarse al resto del país. Desde los inicios de “Bolivia cambia, Evo cumple” no trascendieron las licitaciones que hubieran correspondido y tampoco la aplicación de las previsiones que para obras públicas contempla la ley. La distribución de cheques sin más a los alcaldes municipales provinciales, así lo dejaban percibir.
Por todo lo anterior no sería raro que se trate de un asesinato preventivo para impedir que el supuesto empresario pudiera poner en evidencia a quienes lo ayudaban para realizar sus actividades cuestionadas. Puede tratarse también de que en su momento hubiera efectuado parecidas amenazas y que deba a ello su muerte. Dos mujeres adquirentes de las falsas boletas resultaron beneficiadas por un juez con simples medidas sustitutivas, no obstante su implicancia en el delito. Por lo visto este caso, como muchos anteriores, no va por buen camino…
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |