Ángela Rueda

Nació el 13 de julio de 1981 en La Paz. Tiene una hija (Nahomí) y una que está en camino. Ya son 11 años en los que con su voz extrae fantasías, aleja tristezas y arma primaveras. Comenzó en Radio Altiplano de operadora, luego hizo su paso por FM 93.3, FM 90, Radio Gigante y desde mayo de 2013 es invitada a Radio Show 98.5 FM, emisora en la que conduce el programa “Ritmo Show” de lunes a viernes, de 12:00 a 15:00 horas. “Ya soy 4 años que trabajo como voz en off, fui la voz comercial de Futbolmanía con Gonzalo Cobo, actualmente soy la voz en off del Tropicalísimo de Daniel Lipa”, afirma Ángela Paola Rueda Pastén, nuestra invitada en el sector Des-Raybanizados. Hoy visibilizaremos parte de su labor, muchas veces no reconocida.

LG: ¿Quién es Ángela Rueda?

A: Soy odontóloga, creo que por azares del destino llegué a hacer comunicación. Yo siempre digo: Mi vocación es la odontología y mi pasión la comunicación, son dos cosas que me encantan, me llenan, gracias a la comunicación he sacado mi profesión de odontología.

LG: ¿Cómo encuentras tu pasión por la radio?

A: Por unos amigos (sonríe) que tenían amplificación y trabajaban en FM 90, comencé con un sellito y el Dr. Ibáñez me dijo: “por qué no te animas a operar primero” y domingo en la mañana empecé a dar la hora y me dijeron que tenía buen tono y ahí empezó todo.

LG: ¿Cómo te unes al Tropicalísimo?

A: Por una invitación que me hace Daniel mediante dos amigos que le comentaron que hacía radio. Estuve 2 años y medio seguidos, luego me fui a Brasil a trabajar por 6 meses a radio “Triana”, que es de Gaceta TV y para toda la comunidad boliviana. Me fue súper bien, pero no me acostumbré, más bien esa audiencia que tenía en Sao Paulo la tengo ahora mediante la radio porque me escuchan a través del Internet.

LG: ¿Qué es “Ritmo Show”?

A: Es un programa latino tropical y me encanta el horario porque es de transición, la gente está yendo de la oficina a su casa o está volviendo de almorzar, te subes a un minibús y la música tropical está por excelencia.

Con los chicos de la radio me llevo muy bien, me dicen la “Ñustita” (sonríe), he aprendido mucho con ellos (…)

LG: ¿Lo bueno y malo de tu trabajo?

A: Lo malo es que muchas veces no existen feriados, sábados o domingos. Lo lindo es que conoces a mucha gente, la comunicación me ha abierto bastantes puertas, conocer Brasil fue una linda experiencia.

LG: ¿Crees que eres una buena locutora?

A: Me lo han dicho (sonríe), pero nunca acabas de aprender, ¿no?, algo que no voy a olvidar es que quien me ayudó mucho a hacer locución fue el Dr. Edgar Cárdenas, que era director de FM 100, que me decía que un locutor tiene que leer y leer. Pero por más que haga música tropical, a mí me encantan las noticias, me voy a sentir realizada cuando haga un noticiero.

LG: Si pudieras definirte profesionalmente, ¿cómo lo harías?

A: Soy una locutora dinámica, que siente que mi audiencia es mi mejor refugio cuando estoy triste o feliz, ya me conoce, creo que se da cuenta, me encanta estar con una sonrisa que se sienta al estar frente al micrófono.

LG: ¿Qué capacidades debe tener el radialista de hoy?

A: Salir del esquema del pincha temas. Si vas a hacer un formato, tienes que conocer también otros, sentirte preparado para todo. Si tienes que leer una noticia, saber cómo la tienes que leer; si vas a presentar una canción, saber la vida, pasión y muerte de esa canción. Por ejemplo yo no me metería a hacer música rock porque no la conozco, pero la música tropical desde chiquita la escuchaba y la conozco, te puedo decir por años y de quién es (sonríe).

LG: ¿Que te autocriticarías?

A: Soy muy exigente conmigo misma al momento de grabar jingles y a veces cuando me escucho no me gusta y la gente me dice: “Está bien, está bien”; siento que puedo dar más y en el momento que grabo no exploto todo.

LG: ¿Cómo te gustaría que te recuerden?

A: Como una mujer alegre y dinámica, que siempre tuvo una palabra de optimismo para la persona que me llamaba. Lo bueno es que con una canción puedo hacer que esa persona cambie su día.

ANÉCDOTA

“Me pasa sobre todo en el canal, cuando estoy concentrada y sentadita, los camarógrafos vienen y me pinchan (sonríe). Un día estaba sentada en la silla con rueditas y nos estábamos despidiendo “hasta el día de mañana”, y han venido por atrás y bumm me han empujado y he pasado por las cámaras, todo un chiste (sonríe)”.