Falta de terrenos impide construcción de obras

La preocupación de los vecinos es la falta de áreas de equipamiento que imposibilita la construcción de muchas obras que podrían cubrir las necesidades con que cuenta la zona.

De acuerdo con la explicación del principal dirigente de la zona David Quito, la urbanización Fátima, en el momento solo cuenta con un área de equipamiento de una superficie de 900 metros cuadrados, la cual está destinada para la construcción de una sede social y un parque infantil, 300 y 600 respectivamente.

Sin embargo, sus más de 350 habitantes se encuentran obligados a asistir a otras zonas cuando precisan la atención de una posta sanitaria, un colegio, una sede social o un módulo policial.

Producto de la falta de espacio en la zona los vecinos de este sector del Distrito 12, ubicado en la zona sur de la urbe alteña, tampoco podrán contar con un módulo policial, lo que ya ha causado muchos problemas debido a la presencia de antisociales que aprovechando la ausencia de una vigilancia policial en la zona en muchas de las ocasiones han hecho de las suyas sin que nadie pueda hacer algo al respecto.

Mientras que un centro de salud es la eterna preocupación de los habitantes de la urbanización Fátima, porque en muchos casos de emergencia, especialmente de las personas de la tercera edad y niños, tuvieron que trasladar a los afectados a zonas alejadas del mismo hasta el hospital el Kenko y otros.

En cuanto a la falta de unidades educativas los estudiantes se vieron obligados a asistir a colegios de los barrios vecinos como Elio de Rivero América, de zonas vecinas que en muchos de los casos los turnos de la tarde representan un peligro para los estudiantes, debido a que los varios kilómetros que deben caminar hacen que lleguen a sus casa ya casi en horas de la noche.

“Es un problema que no podemos resolver, porque lamentablemente no contamos con un espacio para construir nuestros propio colegio y esto ha hecho que los padres de familia tengan que optar por llevar a sus hijos a otros colegios que en su mayoría están alejados de nuestra zona”, aseveró el dirigente Quito.

TRANSPORTE

Mientras que en el tema del transporte, los problemas han colmado la paciencia de los vecinos debido a que, al margen de la ausencia de los minibuses del sindicato Antonio José de Sucre, algunos pocos llegan solamente hasta cierta parte de la avenida Cochabamba, distancia desde donde deben caminar más de dos kilómetros hasta el barrio Fátima y los trameajes por parte de los choferes se ha convertido en el pan de cada día.

“A pesar de que hemos reclamado al propio sindicado para que puedan dar un mejor servicio y el compromiso de ellos, nunca han podido cumplir, y lo que es peor cuando hemos intentado cambiar a otro sindicato, se opusieron, dejándonos desamparados y a la suerte de los abusos de los conductores de este sindicato”, dijo Quito, presidente de la zona.