Serenata a San Evo

Los yatiris están de fiesta celebrando el octavo aniversario de la asunción al gobierno del presidente vitalicio del Estado Plurinacional y Folclórico señor Evo Morales, quien ha cambiado nuestra fiesta nacional del 6 de Agosto al 22 de enero, ocasión en la cual leerá su mensaje-informe anual ante el Congreso boliviano. Como corresponde a dos inquietos periodistas, en una edición anterior mi pariente espiritual, señora Macacha viuda de Racacha y este modesto periodista con más de sesenta años en su labor como columnista, dimos primicialmente a nuestros lectores un adelanto informativo acerca de los temas que trataría nuestro mandatario, quien hablará del Dakar de este año y el próximo, tratando de demostrarnos que él fue el ganador de todas las pruebas, por lo cual será entusiastamente aplaudido por los congresales que empezarán a vitorearle y a gritar “¡Evo, Evo, Evo!”, contagiando su grito delirante al resto de los habitantes de nuestro país, que estaremos pegados a nuestros aparatos de radio y televisión.

Los yatiris, entre los cuales hay también periodistas, nos hicieron saber que en vísperas de la magna fecha de la llegada del señor Evo Morales al trono presidencial se realizará una serenata con la participación de célebres mariachis y conjuntos folclóricos, entre éstos los famosos “Llunkus”, cuyos integrantes pertenecen a La Paz, Cochabamba y Santa Cruz.

Mi comadre Macacha que está siempre lista para cantar y bailar apenas escucha un “cuete” decidió aceptar la invitación a esta serenata que será histórica, pues participarán de ella no sólo yatiris, sino algunos ministros calificados de alegres, como el ministro de la Presidencia señor Quintana, el ministro de Economía señor Arce Catacora, nombrado preste de la fiesta aniversario y el Ministro de Gobierno que parece muy en serio y dicen que es un “matala callando”.

La cholita de Cochabamba me pidió que la acompañara en esta serenata y acabé por darle la seguridad de mi compañía en vista del incremento de la corrupción en estos últimos tiempos.

Todo me pareció aceptable para celebrar esta fecha que es histórica, menos la idea de sus admiradores políticos de llamarla “serenata a la fiesta de San Evo”, porque jamás acepté que nuestro Presidente fuera santo; sus adherentes podrán decir muchas cosas buenas acerca de él, menos considerarlo un santo.

Pero como dice el refranero de los cholos “Que una chola arrastra más que diez carretas”, hoy estaré cuidando a mi comadre de Quillacollo y no sólo de su atractiva persona batiendo sus hermosas polleras, sino de su bolso, donde guarda sus dólares, pues me han dicho que el Gobierno continuará recurriendo a países y bancos del exterior, para que los préstamos sean pagados por nuestros hijos, nietos, bisnietos y tataranietos. Estaré en la serenata para San Evo no para alegrarme por su mandato vitalicio, sino para cuidar a mi comadre que es una parte de la riqueza nacional.