Intervención a Derechos Humanos

Aún no se ha escrito formalmente sobre la fundación de la Asamblea de Derechos Humanos de Bolivia, menos se ha citado a sus mentores que, como es natural en Bolivia, fueron y son olvidados, como Luis Adolfo Siles Salinas, Rosario Chacón Salamanca, Iván Paz, Pbro. Julio Tumiri Javier, sacerdote diocesano. Luego se adjuntaron otras personas notables, entre ellos los impulsores en la provincia Sud Yungas, Chulumani, el presbítero agustino Jaime Postma Teel, el hombre de color Hipólito Chincheros, el campesino César Pacheco Barrientos, la Hna. Dora Jiménez Calle, dominica de la Presentación, fallecida en cumplimiento de sus deberes en el año 80, el Pbro. Nicolás Buuneer, también sacerdote agustino, el radialista Freddy Ordoñez Chavarría. Con todos ellos fundamos el Primer Comité Provincial por los Derechos Humanos, luego convertida en Asamblea. Es necesario destacar que fue con peculios propios y en plena dictadura banzerista, se respondió al desafío de enfrentar al dictador (*).

Hoy los represores, una vez, más violentaron el orden legal, destruyendo una obra que no les costó, pues ni habían nacido, menos recibieron el palo de la represión. ¿Cuál es la diferencia? Que los impostores de la democracia, los nuevos mayordomos del país, montando el caballo del corregidor presumen de ser “ellos los propietarios de la democracia y los derechos fundamentales de los bolivianos”.

El espíritu de los fundadores no fue inspirar una secta, ni la apropiación de instituciones a provechando el poder absoluto del presidente Evo Morales Aima, al intervenir una institución que guarda todos los secretos de la represión, que tiene la memoria de todos los caídos en defensa de la democracia. No es evidentemente privada, pero es autónoma de servicio a la democracia, teniendo sus mecanismos propios de elección y funcionamiento.

Señores, no nos extraña todo lo que sucede, lo que pueda acontecer, con los títulos que correspondan o se los invente. Aquí les dejamos la pregunta para que se remueven sus intestinos: ¿Cuáles fueron los movimientos sociales durante las dictaduras? ¿De dónde provino el coraje, el amor de los fundadores de Derechos Humanos? ¿Acaso no fueron personas aisladas, que pasando de voz a voz, fundamos las instituciones con el peligro de nuestras vidas?

Es fácil, señores, intervenir con el poder, con la impunidad y la justicia en las manos, apoyados por la fuerza pública, a la que no se la ve en las calles cumpliendo su deber. Hoy dan con el palo de ciego a las organizaciones que costó afanes, desvelos y vidas levantarlas, en un tiempo en el que solían negarnos hasta el asilo nocturno a los perseguidos.

Final: ¡la dictadura no disimula sus huellas! (como en la obra “Yo el Supremo” del paraguayo Augusto Roa Bastos).

(*) La Asamblea de Derechos Humanos de Chulumani fue fundada en 1977.