Tailandia decidió instaurar el estado de excepción en Bangkok y en sus suburbios desde hoy, durante 60 días, para hacer frente a las manifestaciones que reclaman desde hace más de dos meses la caída del Gobierno.
Ante las manifestaciones y la violencia, el consejo de ministros optó por “el estado de excepción para hacer frente a la situación y lograr que se aplique la ley”, dijo ayer en rueda de prensa el vice primer ministro Surapong Tovichakchaikul.
Nueve personas murieron y otros cientos resultaron heridas en más de dos meses de crisis.