Lentísimo avance en el trabajo

Con respecto a los trabajos de ampliación (solamente) del camino de La Paz hacia Sud Yungas, hemos observado lo siguiente:

Desde el año 2012, cuando con bombos y platillos fue divulgada públicamente (por televisión inclusive) la iniciación de obras, el avance de las mismas es lento, lentísimo.

En un poco más de año y medio hasta hoy, la carretera ha sido ampliada en no más de 5 Km. aproximadamente y esto, en un lugar de tierra suave, suavísima. En los lugares rocosos todavía no hay trabajo con maquinaria pesada.

De más o menos una docena o más de puentes proyectados, sólo dos han sido concluidos, también en lugares planos y no muy peligrosos. El que requiere de pronta construcción es el de la zona de San Juan, denominado “puente del diablo” que aún está en etapa de construcción.

Ya estamos en época lluviosa y con seguridad muy pronto tendremos noticias relativas a derrumbamientos en Yerbani, Tres Marías, P’ichu y San Cristóbal. Ojalá que para entonces, toda la maquinaria pesada (de industria china) esté lista para el trabajo con disponibilidad de combustible, operadores de máquinas con sueldos al día, mecánicos y dirección profesional, aspectos un tanto descuidados ahora por la o las empresas de construcciones.

LO POSITIVO

Lo positivo hasta ahora está en la construcción de puentes, aunque el avance es lento, debido seguramente a la falta de obreros especializados. Es de urgencia la culminación de obras en el mencionado “puente del diablo” y en el sitio denominado “el velo de la novia”.

NO HAY RECLAMOS

Muchos habitantes yungueños y no yungueños tampoco muestran interés en el mejoramiento de la vía carretera porque están “ocupados” en sus muy rentables negocios del comercio informal de alimentos importados de otros países, electrodomésticos, motocicletas, pensiones, cantinas, bebidas de toda clase; y el cultivo de lo que usted ya sabe. En cuanto a reclamos de autoridades locales y provinciales, mejor no comentar (mutis).

Y de “yapa”, son muy pocos los habitantes nacidos en las poblaciones urbanas, los mismos que podrían reclamar, pero están “aplastados” por el campesinado de las comunidades; y por lo tanto “no suenan ni truenan”.

EL FUTURO

Queda una vez más la esperanza de que la Administración de Carreteras (ABC) y la Empresa del Ejército (ECE) tengan consideración (y piedad) para los viajeros de y hacia Sud Yungas. Porque si seguimos con el ritmo de ahora (dos puentes terminados en un año y medio), el mejoramiento del camino y ni qué decir del soñado asfaltado, tardará muchísimos años; por lo menos veinte o más.

Que el Creador del Universo ilumine a las autoridades de las dos grandes instituciones ya mencionadas.