Austin (EEUU).- Tras dos meses de peticiones por parte de la familia, el hospital John Peter Smith de Fort Worth (Texas, EEUU) accedió ayer a desconectar de un respirador artificial a Marlise Muñoz, una embarazada de 33 años en muerte cerebral, en aplicación de una resolución judicial.
Muñoz, una vecina de Haltom City (Texas) de 33 años, fue declarada en muerte clínica el 28 de noviembre cuando estaba embarazada de 14 semanas y tras haber sufrido una embolia pulmonar un par de días antes, pero no fue desconectada de las máquinas que mantenían su actividad cardiaca y respiratoria hasta ayer, informó Efe.
El caso no se hubiera extendido dos meses de no haber sido por las discrepancias entre la familia, que consideraba que la muerte cerebral de Muñoz y la afectación del feto eran irreversibles, y el hospital, que aseguró que, con la ley tejana en la mano, no podía desconectar a la paciente.