CARTAS... BUENOS DESEOS Y LA REALIDAD

Señor Director:

En ocasión de las pasadas fiestas de fin de año, la mayoría de la ciudadanía abundó en felicitaciones, buenos deseos de paz, unidad, trabajo, progreso y pedidos para dejar de lado odio, violencia, venganza, injusticia, discriminación, violaciones de derechos humanos, persecuciones, etc., lo que es loable. Los pedidos para deponer actitudes negativas lo hicieron algunos líderes religiosos, medios de comunicación, escritores y otras personas, refiriéndose a todos, particularmente a quienes detentan el poder político, social y económico. Es decir a los gobernantes de turno, a favor de los necesitados de trabajo, seguridad, alimentación, como son los pobres, jubilados, perseguidos por sus ideas, etc.

Dichos pedidos se los viene repitiendo desde que el hombre existe sobre la tierra, pero lamentablemente caen en saco roto, es como arar en el mar o predicar en el desierto. Lo demuestran los hechos. En otras palabras, se confirma lo que dijo Hobbes, que “el hombre es lobo para el hombre”. Al respecto hay excepciones, pero la regla es que en el hombre no prevalecen el sentimiento, la moral, honestidad, capacidad intelectual, etc. ¿La prueba de ello?, guerras, revoluciones, terrorismo, dictaduras, genocidios, extrema pobreza, extrema riqueza, corrupción, delincuencia, narcotráfico, etc. ¿Cuáles son las causas de tantos males?, mencionamos sólo dos: la ignorancia y el orgullo. Varios personajes de nuestra historia carecieron de cultura, como Mariano Melgarejo, y otros no aplicaron los conocimientos recibidos. Ambos casos se los comprueba en la praxis de la clase política, desde siempre.

En conclusión, normas consagradas en los derechos del hombre, ideales como libertad, igualdad y fraternidad, o ama sua, ama llulla y ama kella no son más que enunciados con buenas intenciones, que no se cumplen por las causas mencionadas.

Felicidad Durán de Baptista

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