Barrio Ferroviario convertido en bar

Vecinos de la zona de Pura Pura denuncian que la cancha Fabril del barrio Ferroviario se ha convertido en un salón de fiesta público, con alto grado de consumo de alcohol y ruido hasta altas horas de la noche, provocando inseguridad a los vecinos.

La junta de vecinos, mediante su presidente Justo Quinallata, denunció el hecho, el pasado 28 de enero, ante el alcalde de la ciudad Luis Revilla, debido a que la subalcaldía Max Paredes no asume su responsabilidad.

VARIOS VIDEOS

Los vecinos mostrando videos, cuestionaron el porqué el municipio otorga licencia para las actividades folklóricas en un campo deportivo, como es la cancha Fabril, que no cuenta con las más mínimas condiciones de un local público, lo que provoca que los fraternos estén embriagados en las calles y haciendo sus necesidades, exceso de consumo de bebidas alcohólicas en vía pública, peleas, riñas.

Pero lo más grave que en un campo deportivo está prohibido el consumo de alcohol, según la Ley del Deporte Nacional, sea el escenario privado o público, siendo que el expendió debe realizarse a una distancia establecida.

El sonido de los altoparlantes de los grupos orquestales o amplificación están fuera de los decibeles permitidos por el mismo municipio en eventos públicos.

SUBALCALDE

Otra carta fue enviada al subalcalde de la Max Paredes, Félix Ríos, quien hasta la fecha no intervino, “es comprensible que nuestras autoridades hagan caso omiso a los reclamos de los vecinos desde la pasado 15 de enero y que no se recibió respuesta alguna sobre el asunto y menos una amonestación a los organizadores de los eventos de fraternidades folklóricas, que el pasado fin de semana repitieron una concentración de consumo de alcohol y música. Razón por la que pedimos la intervención del municipio, bien de su autoridad o del municipio central”.

OTRAS DENUNCIAS

También los vecinos de la zona Callampaya, que corresponde a la Subalcaldía Max Paredes, se aproximaron a nuestra redacción para denunciar nuevamente la clausura de dos bares en su zona, el primero El Derby en la calle José María Aliaga, donde existen robos, la calle se convierte en baño público y donde amanecen con música, bebiendo y los clientes salen a las 6 de la mañana. Lo propio ocurre con el bar Bolívar, que pese a estar clausurado continua funcionando a puertas cerras, donde ingresan grupos de bebedores, intentando pasar desapercibidos “nosotros vivimos por ahí y es el colmo, la otra noche a un señor le robaron y estaba pegando a la mujer que le sustrajo sus pertenencias. Esto ocurrió en el Bar Derby”, relató unas de las vecinas del sector del Cementerio.