A devolver los autos lujosos

El FMI, la Cepal, el Banco Mundial, expertos nacionales y extranjeros están repitiendo, por momentos en tono de alarma, que se está acabando el súper ciclo de los precios altos de las materias primas, comenzando por los minerales.

La segunda parte de este mensaje es que los países que tomaron previsiones, es decir que no despilfarraron los ingresos extraordinarios, estarán bien, y viceversa.

¿Cuán cerca está la crisis para los bolivianos? El ingeniero Jorge Espinoza Morales recuerda en un artículo que el valor de las exportaciones mineras de 2012 cayó en 8% y de 2013 se derrumbó en 15%. Es decir que la crisis está tocando el timbre.

El artículo del experto recuerda cómo subieron los precios en los últimos diez años. La onza troy de oro valía US$ 271 en el año 2001 y llegó a valer US$ 1.660 el año 2012.

Entre esos años, la libra fina de estaño pasó de US$ 1,84 y US$ 11,79.

En el caso del gas natural, su precio subió de US$ 0,90 a US$ 12,15 el millón de BTU.

Bueno, todo esto está ahora en peligro. Incluso el precio del gas está amenazado por el incremento de la producción de yacimientos convencionales y no convencionales. Los productores de gas están en problemas: hasta hace cinco años, Trinidad y Tobago exportaba 80% de su gas licuado a Estados Unidos, y ahora sólo 18%, lo que le obliga a buscar nuevos mercados. Y los está encontrando en Sudamérica, casualmente entre los países que compran gas natural boliviano.

El PIB de Bolivia está en riesgo de reducirse a su mínima expresión. Si creció de US$ 9.000 millones a US$ 31.000 millones por el valor de las exportaciones, ahora podría caer en similar proporción.

Y entonces tendríamos que la deuda pública pasaría de ser 30% del PIB a ser 120%.

Habrá llegado el momento de rendir cuentas, comenzando por reducir el gasto, quizá devolviendo los autos de lujo comprados en los últimos días.

La mayor incomodidad será explicar a los bolivianos cómo un gobierno que se ufanaba de haber hecho subir los precios de las materias primas en los mercados internacionales no puede ahora evitar que caigan. O por lo menos que caigan tanto. Trabajo para los cientos de comunicadores que tiene el gobierno.

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