Una aspiración hecha realidad gracias a Jorge Carrasco Villalobos

Año 1966. Dos caricaturistas prestigiosos publicaban sus trabajos en EL DIARIO: Juan Rodríguez Baldivieso (Rod Bal) y José Luque Medina (PP).

Ese año “Rod Bal” recibió un premio internacional otorgado por la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) con sede en EEUU, distinguiendo al dibujante orureño como el mejor caricaturista de Norte, Sur y Centro América. Luque era director de “Cascabel”, una exitosa revista de humorismo político.

Con esa admiración hacia esos dos grandes artistas y con el objetivo de publicar mis noveles dibujos junto a los de ellos, me animé a solicitar trabajo nada menos que en el Decano de la Prensa Nacional. En esa época yo era un dibujante soñador, con un poco más de veinte juveniles años.

Logré entrevistarme con el director, don Jorge Carrasco Villalobos y después de solicitarle trabajo en su empresa, me pidió la presentación de dibujos para considerarlos.

Volví a los dos días y don Jorge, sonriente, me dijo: “puede ser, puede ser. Traiga usted tres caricaturas de actualidad política y luego veremos”, prácticamente un examen.

PRIMER DIBUJO EN EL DIARIO

Era un sábado a las once de la noche. Le presenté los tres dibujos y después de apreciarlos, el señor Carrasco aceptó mi solicitud de ingreso a EL DIARIO. Llamó a un empleado de Talleres y después de firmar en la parte posterior del trabajo realizado en cartulina, ordenó su publicación para el día siguiente en la página cinco, junto a las caricaturas de “Rod Bal” y Pepe Luque que iban en la dos y en la tres, respectivamente.

El domingo en la mañana abrí el periódico y con mucha alegría observé mi dibujo representando al presidente de entonces, el general Alfredo Ovando Candia, aseándose en una ducha y comentando a un periodista: “Este año presidiré unas elecciones limpias, muy limpias”. El candidato oficialista era el general de aviación René Barrientos Ortuño. El dibujo llevaba la firma de “Villas”.

En esa época, la Redacción de EL DIARIO tenía entre su destacado personal a Walter Hugo Lisson, Alberto Zuazo Nathes, Mario Marañón Zárate, Hortensia Zavala, la poetisa Mery Flores Saavedra, los historiadores Rodolfo Salamanca la Fuente y Moisés Alcázar, Federico Monje Postigo y el escritor Sergio Suárez Figueroa (hoy una escuela paceña lleva su nombre), entre otros.

Ese es el grato recuerdo que tengo de don Jorge Carrasco Villalobos, a quien debo el haberme dedicado después al dibujo y al periodismo escrito.

Y desde entonces hasta hoy, después de 48 años, sigo con el mismo trabajo y entusiasmo en el suplemento La Guía de este matutino de circulación nacional.