Fuchsia Dunlop
Ocupan un amplio espacio en las pintorescas colinas que se extienden a las afueras de la ciudad de Hangzhou.
Hangzhou (BBC News).- China siempre fue un país amante del buen comer, y recientemente también ha empezado a mostrar un gran interés por su herencia culinaria. La inquietud por documentar esta pasión ha hecho proliferar los museos dedicados exclusivamente la comida.
En la mesa redonda, un banquete de más de 40 platos, que incluyen exquisiteces legendarias tales como una garra de oso, lenguas de pez, gato civeta al vapor con peras y sopa de nidos de pájaro.
Todo se ve muy apetitoso pero, desafortunadamente, nada es comestible. El gran despliegue, que rota lentamente ante los ojos del visitante, fue hecho con plástico coloreado.
Ésta es una reconstrucción de los platos que se degustaron en el banquete más famoso de la historia china: la gran comilona Man-Han (entre los manchúes y los chinos han), de la corte de la dinastía Qing.
Se dice de ella que representó el culmen de las virtudes culinarias de los han y sus conquistadores manchúes.
Se trata de auténticas exposiciones que exhiben y documentan las mil formas en que los productos chinos han pasado por los fogones a lo largo de los siglos.
UN MUSEO MILLONARIO
El museo de la cocina en la ciudad de Hangzhou, en el centro-este del país, es uno de un creciente número de museos de comida en China, pero quizá es el más magnífico.
Ocupa un amplio espacio en las pintorescas colinas que se extienden a las afueras de la ciudad y el costo de su construcción fue de casi $us 30 millones.
Otros museos más modestos que se han abierto en ciudades como Chengdu y Kaifeng son privados. Pero el museo de Hangzhou fue fundado por el gobierno de la ciudad y la entrada es gratis.
Es conocida la obsesión de China por la buena mesa, pero hasta hace poco la cultura gastronómica era algo que quedaba en un segundo plano, o que la mayoría daba por sabido.
En los últimos años ha surgido un interés por esa herencia culinaria y, como consecuencia, se han multiplicado las publicaciones de libros de cocina y memorias gastronómicas.
El museo de Hangzhou cuenta con literalmente cientos de modelos a escala real de deliciosos platos. Los visitantes pueden deleitar sus ojos con réplicas de recetas budistas vegetarianas, tentempiés consumidos por los residentes de los canales en la Edad Media y los delicados pasteles hechos en Hangzhou durante el mandato de la dinastía Song, hace 800 años.
RECETA DEL CERDO DONGPO
Una vitrina entera está dedicada a los diferentes tipos de zongzi y su evolución histórica. Son paquetitos de arroz envuelto con hojas vegetales que se comen en el festival de primavera.
Y parte de la muestra está dedicada al poeta y gran gourmet de la dinastía Qing, Yuan Mei.
Las distintas ediciones de su emblemático libro de cocina están en exposición, junto con un busto del poeta y, cómo no, réplicas de algunos de sus mejores platos.
Si alguna vez el visitante quiso saber con qué alimentos agasajaban a los diplomáticos que visitaban Hangzhou en el siglo XII, el museo los pone ante sus ojos. Los embajadores de otras partes del mundo eran recibidos con una serie 30 de platos expuestos en una mesa.
La selección incluye cangrejo en escabeche, conejo ahumado y unos bollitos al vapor conocidos como “mejilla con hoyuelos”.
Cada una de estas delicias está presentada en un plato apropiado para su contexto histórico.
DATOS
Quien hizo posible la construcción de los museos es el veterano chef Hu Zhongying, quien junto a su equipo pasó dos años investigando cada plato.
Durante los seis meses siguientes trabajaron codo con codo con artesanos expertos en la reproducción de texturas, como los que hacen modelos falsos de sushi a los restaurantes japoneses.
Hu Zhongying cocinó cada receta, después se fotografiaron los platos y se utilizaron las imágenes para hacer moldes.
Una vez lograda la forma, cada plato se coloreó de la manera más realista posible.
Portada de HOY |
Editorial |
Portada Deportes |
Caricatura |
1 Dólar: | 6.96 Bs. |
1 Euro: | 9.25 Bs. |
1 UFV: | 1.91113 Bs. |
Impunidad |