Mito y realidad de los pactos demoniacos

Roma, (EFE).- La existencia de los legendarios pactos establecidos entre el hombre y el Diablo puede considerarse posible en los tiempos modernos actuales, según la opinión de varios expertos italianos.

El mito del hombre que vende su alma al Príncipe de las Tinieblas a cambio de sabiduría, dinero, poder y felicidad terrenal ha llegado hasta nuestros días a través de siglos de leyendas y literatura.

Pero los imitadores del viejo Doctor Fausto continúan siendo hoy un fenómeno característico del satanismo moderno, entre los que se encuentran “irreductibles y fanáticos adoradores del Diablo, cuyas vidas hacen pensar que hayan vendido su alma a Mefistófeles y no sólo de forma metafórica”, afirmaba el teólogo Vincenzo Bo. “Hoy, como en el pasado, no se puede excluir, en la teoría, pactos entre el hombre y el Demonio”, escribía el teólogo en el último número del semanario “Famiglia Cristiana”.

Bo recordó que en la Edad Media y, más aún, en los siglos XVI y XVII, la creencia en las brujas como criaturas que mantenían particulares relaciones de vasallaje con el Demonio estaba ampliamente difundida en la Europa católica y protestante.

Confesiones de mujeres acusadas de ser brujas en las que reconocían haber establecido pactos con Belcebú figuran en documentos de los siglos XVI y XVII. Sin embargo, no hay que olvidar que estas declaraciones contienen a menudo “no lo que realmente había sucedido, sino la versión de los hechos que los inquisidores querían hacer creer” y fueron obtenidas frecuentemente bajo torturas inhumanas, explicó Vincenzo Bo.

Según el teólogo, existen indicios que pueden hacer pensar en la realidad de los pactos satánicos, aunque no se puede asegurar nada más con certeza.

Otros expertos, como el exorcista benedictino Pelligrino Ernetti, de finales del siglo pasado, se mostraba absolutamente convencido de que los pactos con el Demonio existen.

El sacerdote, que atiendía diariamente en su convento de la isla veneciana de San Giorgio a personas que aseguraban estar bajo influencia demoníaca, reconstruyó para el diario turinés “La Stampa” las fases del rito por el cual un hombre vende su alma a Satán.

Con una ceremonia particular se extrae la propia sangre con una jeringuilla y después se mezcla con la de un animal. Más tarde se recita en voz alta una triple invocación al Diablo, prometiéndole obediencia.

Cuando el rito concluye, el pacto queda se-llado y quien lo suscribe queda “bajo el señorío” del Maligno, del cual difícilmente se podrá salir, explicó el padre Ernetti, autor de un libro titulado “La catequesis de Satanás”.

Otro destacado “demonólogo”, el sacerdote Corrado Balducci, considera por el contrario, que Satanás, prototipo del mentiroso, no tiene nada que ofrecer. El concepto de pacto, en términos jurídicos, presupone el conocimiento mutuo del que demanda y del que ofrece. ¿Cómo es posible sellar un pacto con alguien al que no se ve, con una entidad tan misteriosa?, se preguntó el sacerdote en aquella ocasión.