La reestructuración de la CNS

El 9 de noviembre de 2012, el Órgano Ejecutivo aprobó el Decreto Supremo 1.403 para procederse a la reestructuración de la Caja Nacional de Salud (CNS). El proyecto fue concertado con la COB (Central Obrera Boliviana), pero ésta planteó 4 observaciones, entre ellas que la Gerencia General sea producto de una selección de méritos y no de un “dedazo”.

Han transcurrido 14 meses y no se aprecia aún los resultados. La CNS tiene requerimientos de extrema urgencia, como la construcción en La Paz de siquiera dos nuevos hospitales, en el resto del país las demandas son similares. Aparte de ello, hay apremio para que se construya más policlínicas.

El Hospital Obrero de La Paz está saturado de pacientes, las internaciones demoran hasta más de un mes, cuando deben ser inmediatas. Se entiende que los médicos al disponer internaciones son perentorias, porque la vida del paciente puede hallarse en riesgo de vida.

Una excelente investigación periodística, publicada el 11 de noviembre pasado, recogió la denuncia de las rentistas de Cochabamba. Aseveraron que 65 de sus colegas murieron por falta de hospitalización oportuna.

Identificó, asimismo, que dos son las insuficiencias principales de los nosocomios de la CNS: falta de camas y las largas esperas que se tiene que hacer para las cirugías y las consultas médicas.

En el primer caso, sólo cuenta con una a 1,5 camas por cada 1.000 pacientes; la norma internacional indica que deben existir 2,5 camas por cada 1.000 pacientes.

El máximo dirigente del Comité Nacional de Lucha Contra la Negligencia Médica, Víctor Hugo Llanos, reveló que por día se producen en todo el país por lo menos cinco hechos de mala praxis médica en la CNS. Y desde 1986 por lo menos fallecieron 5.000 personas por esta causa.

Acerca de las atenciones médicas, el viceministro de Salud y Promoción, Martín Maturana, citó que, de los 5.000 funcionarios de la CNS, sólo una tercera parte son médicos.

En cuanto a la reestructuración, Maturano sostuvo que hasta noviembre del año pasado sólo fue aplicada en un 25%, sin mostrar avances significativos.

La investigación periodística estableció también que según las auditorías realizadas por la Contraloría General, entre 1999 y 2013, los indicios de daños económicos a la CNS ascendieron a Bs 24,6 millones, equivalentes a 2,1 millones de dólares.

A pesar de las urgencias que tiene la entidad en cuanto a más infraestructuras y contratación de médicos, el Ministro de Salud puntualizó, en la investigación periodística, que la CNS tiene depositados en bancos y caja Bs 3.509 millones, con lo que dijo que se podría construir 17 hospitales de tercer nivel.

La causa de ello, sin duda, se debe a la deficiente administración de la CNS. Por estos datos, se puede concluir que la inoperancia o desconocimiento de lo que es el manejo de una institución de la magnitud que tiene ésta, puede explicar tal inercia e indolencia. Un apunte al respecto, en el Hospital Obrero se dijo que hace un año se compró un equipo para el control de la Cicosplorina, pero que hasta ahora no se lo instala. Este servicio es urgente para los pacientes de nefrología.

La auditoría realizada por la Contraloría determinó que 29 de ex directivos de la CNS tienen responsabilidad civil, otros 16 con responsabilidad administrativa, seis con responsabilidad penal y dos con responsabilidad ejecutiva.

La falta de nuevas estructuras hospitalarias y de policlínicas plantea la urgencia de contar con un cuerpo ejecutivo de la CNS que sea competente y eficaz. Los concursos de méritos son los únicos que garantizan su mejor desempeño.

En medio de tantos desfases, el gerente de Servicios de Salud de la CNS, Mario Feraudi, acaba de hacer 3 anuncios alentadores: Se lanzó una licitación internacional para construir en La Paz un hospital de 600 camas. Mediante convocatoria, se cubrirán 1.500 ítems, se espera que sea para galenos. En la policlínica 9 de Abril, de La Paz, y en el de la calle 14, de El Alto, se podrán hacer reservas para consultas médicas por teléfono o internet. El sistema se aplicará en otros ocho centros del resto del país. Se espera evitar las filas de pacientes desde las 6 de la mañana, expuestos al frío y las lluvias.