Los quewiñales de Acasio

Asuntos judiciales nos llevan frecuentemente a San Pedro de Buena Vista, en el Norte de Potosí, y en su trayecto hay que pasar por la provincia Bilbao Rioja en el sector de Acasio, donde ha llamado nuestra atención que en casi todas las quebradas que bajan de las montañas se observa casi intactos relictos de quewiñales, que estimábamos existían solamente en las cañadas de las cordilleras del altiplano. Son famosos los quewiñales del monte Sajama a más de 5.000 m. de altura, considerado uno de los bosques más altos del mundo. Este singular género botánico Polylepis es un árbol de tallo largo de cuya corteza se desprenden varias láminas delgadas y comprende varias especies nativas propias de los Andes, desde Venezuela al norte de Chile.

En nuestro país existen más de 14 especies y muchas en estado de disminución por su utilización como leña y aun de extinción por el pastoreo y los incendios irresponsables. Esta situación nos ha movido a reflexionar sobre que es necesario adoptar labores de protección y conservación de esta especie. Por ello el Ing. Raúl Lara Rico, Vocal de Biodiversidad de la Asociación Conservacionista de Torotoro (ACT), ha realizado un diagnóstico que puede servir de base para salvar y preservar esta importante planta nativa que en la zona de Acacio se encuentra casi intacta, aún libre de una depredación intensa, y rodeada de pastizales y arbustos que le dan una visión boscosa que tiene contornos hermosos.

Inicialmente la Alcaldía de Acacio con un pequeño presupuesto puede hacerse cargo de la preservación de las cuencas con quewiñales que cobijan especies de aves que indirectamente serán también preservadas, con ayuda técnica de la ACT y de la Dirección del Parque Nacional Torotoro que está próximo.

Esta especie pintoresca de Polylepis es explotada por la madera y como leña y alberga una fauna y flora únicas con altos índices de endemismo, razón para la protección de estos árboles que adornan las montañas de nuestro país, que es donde se encuentra la mayor extensión superficial de su presencia. Por eso las autoridades y entidades ecologistas deben interesarse en su inmediato cuidado, antes que las explotaciones mineras cercanas arremetan contra este recurso con diversos fines.

Como decíamos, la Alcaldía de Acacio podría declarar los sitios como Santuarios de Vida Silvestre, si es que el SERNAP no pudiera directamente hacerse cargo de su protección. No debemos desconocer que la protección de especies nativas es la mejor manera de proteger la naturaleza, como tanto se proclama, pero sin realizar actividades concretas. La quewiña es una especie que merece ser protegida por su rara cualidad botánica y sus propiedades estéticas y biológicas.

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