Bocaisapo
En tiempos de la Colonia, el espacio que actualmente ocupa el pub Bocaisapo fue utilizado para encarcelar y torturar a los herejes. Luego eran trasladados para su juzgamiento a la Real Audiencia de Charcas; si eran condenados, serían ejecutados. Se trata de una especie de sótano o búnker, de la casa del Museo de Instrumentos Musicales, propiedad del músico Ernesto Cavour, en la mítica calle Jaén de nuestra ciudad.
“Ahora seguimos siendo herejes, pero pasamos desapercibidos”, afirma la escritora Marcela Gutiérrez, propietaria del pub. Actualmente, allí se dan peculiares encuentros entre poetas, músicos, pintores, escultores y otros artistas, suscitándose espontáneos coloquios en torno a sus quehaceres, o a sus “profanas actividades”, impulsadas por la mágica noche paceña.
Al recinto le pasó de todo, incluso, poco antes de la inauguración de “El Boca”-como le dicen sus visitantes más frecuentes-, llegó a ser una “casa de citas” encubierta bajo el pretexto de ser un bar. Sin embargo, cuando el Maestro Cavour se enteró de aquellas actividades, hizo cerrar el espacio inmediatamente.
Así, hace 17 años y con la intención de subsanar el vacío que dejó el cierre del legendario bar Avesol, gestionado por el poeta Jorge Campero, Cavour invitó a Cayo Salamanca a ocupar el local en cuestión, y cobijar a los parroquianos (artistas de renombre, entre otros). Entonces se inauguró el Bocaisapo.
EL SAPO
Cayo Salamanca comentó a este medio que, cuando ya se había inaugurado el Bocaisapo, él se había embelesado con la efigie de un sapo tallado en piedra que regía en un anticuario de la calle Linares. Varias veces quiso “cambiar” esta escultura (no se utiliza las palabras vender, comprar, dice Salamanca); sin embargo, la mujer que atendía el negocio afirmaba que el Sapo no estaba a la venta, manifestando su disgusto con “El Cayo” –como le dicen sus allegados–, pues este iba a saludarlo, a visitarlo, y a limpiarlo.
“Hasta que llegó un día en que yo estaba convencido de que me lo iba a llevar. Tomé un taxi; incluso cuando llegamos a la tienda yo le dije al taxista que me espere, que no apague su motor porque no iba a tardar. Le dije a la vendedora: Le pago lo que quiera. Le puse el dinero sobre la mesa. No le pedí rebaja, el Sapo se hubiera ofendido si le pedía rebaja. Y me lo llevé”, sentenció.
SALIDA DEL GRAN SAPO
Para celebrar el primer aniversario de “El Boca” cuatro personas levantaron el Sapo en sus hombros y, junto a otros amigos y curiosos, lo “llevaron de paseo” hasta la plazoleta de Los Amigos de la Ciudad, frente al Teatro Municipal. Con el paso de los años, ahora son cientos de personas, acompañadas por una banda de mohoseños, quienes siguen esta tradición.
Una anécdota: el pasado año, dadas las disposiciones y los dispositivos de seguridad, la guardia policial tuvo que disuadir a bailarines, músicos y demás celebrantes de la “Salida del Gran Sapo”, de sus intenciones de ingresar a la Plaza Murillo.
Hoy se realizará la “salida”, para lo cual Salamanca escoge a ocho personas para llevar en hombros al Gran Sapo, quienes asumen esta elección como un gran honor.
Como ya es tradición, el séquito llega a la plazoleta mencionada para detenerse y ch’allar o k’oachar la imagen; allí hay baile, libaciones y fuegos artificiales. Posteriormente, asciende la calle Genaro Sanjinés, cortando el tráfico de automóviles, hasta la calle Sucre, para dirigirse al parque Riosinho, donde también se ch’alla, se baila y eventualmente se hacen discursos celebratorios. Luego, la comitiva toma la calle Jaén, donde el Sapo es saludado por los propietarios de negocios como El Mestizo, el Etno Café, el Marka Tambo, o la tienda de la conocida actriz Rosa Ríos (Doña Rosita), para finalmente retornar la efigie del Sapo a su tradicional aposento.
“Vengo al Bocaisapo porque es mi lugar, porque me encontré conmigo mismo, porque es parte fundamental de mi vida, (por) la alegría, los amigos. Porque encontramos el único lugar donde realmente podemos solazarnos”. Ariel Cortés (asiduo visitante paceño)
“Estoy aquí (en Bolivia) hace tres años. Aquí (en el Bocaisapo) encontré una familia, tengo muchos amigos que quiero y me quieren. Es un lugar que tiene su ajayu, como dicen ustedes. Este lugar tiene su espíritu”. Stefania Cecchetti Banzi (asidua visitante italiana).
“Es un lugar donde encuentro amigos, puedo tranquilamente conversar con gente que estimo, que más que amigos son hermanos, y esto llena las noches de bohemia. Lo defino con una sola palabra: Refugio”. Antonio Vargas (actor paceño)
“Tengo un tatuaje del Bocaisapo en mi brazo. Esto simboliza a la familia que a veces no tienes y la encuentras aquí. Este lugar suple muchas carencias que no las satisfaces en el día a día”. Danna Lema (periodista tarijeña)
Portada de HOY |
Editorial |
Portada Deportes |
Caricatura |
1 Dólar: | 6.96 Bs. |
1 Euro: | 9.34 Bs. |
1 UFV: | 1.91293 Bs. |
Impunidad |