Ante el brote de enfermedades con riesgos epidemiológicos, producto de las inundaciones en Beni, Cochabamba y La Paz, el Ministerio de Salud ha desplegado 58 brigadas médicas a lo largo de estos tres departamentos, algunos de los médicos contarían con experiencia en desastres naturales, según información brindada por dicha institución.
Las intensas lluvias no han afectado sólo a viviendas, cultivos y ganado, sino que han desatado un fuerte impacto en la salud de los habitantes y grupos humanitarios que se encuentran en los tres departamentos afectados por las inundaciones y desbordes de ríos.
Según fuentes institucionales, estas brigadas están conformadas por 127 profesionales en salud, que se encuentran desplazados por las localidades de Trinidad, San Borja, Rurrenabaque, San Ignacio de Moxos, Santa Rosa de Yacuma, Santa Ana, Reyes y Loreto en el departamento del Beni; el municipio de Colcapirhua y Cliza en Cochabamba y Alto Beni, Guanay, Ixiamas, San Buenaventura en La Paz.
Asimismo, se informó que este equipo de reacción inmediata está compuesto por médicos residentes y galenos del programa mi salud, muchos de los cuales ya habrían participado en brigadas de ayuda médica en otro tipo de desastres naturales, como el terremoto en Haití, experiencia que ha coadyuvado a actuar con la mayor efectividad posible.
Sólo en el trópico cochabambino ya se han detectado 38 casos positivos de dengue y uno de hantavirus, a esto se suman las infecciones respiratorias y enfermedades diarreicas agudas que se producen en los lugares, donde a consecuencia de la inundación se ha contaminado el agua y los alimentos.
Sin embargo, éstas no son las únicas enfermedades que tiene riesgo de aparecer en este tipo de desastres naturales, los hongos, hepatitis A, cólera, leptospirosis, meningitis, pediculosis, escabiosis, fiebre amarilla, dengue y malaria también pueden hacerse presentes, situación que de no ser controlada se convertiría en una nueva amenaza, para los damnificados de esta región del país.
La contaminación de las fuentes suministradoras de agua, la migración de roedores a las viviendas durante y después de la inundación, además de la inevitable formación de agua estancada, que genera la reproducción de mosquitos, crean condiciones para el brote de enfermedades e infecciones que a la larga podrían convertirse en epidemias.
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