Norte paceño es prioridad para atención a damnificados

El desborde de los principales ríos en los municipios del norte de La Paz han causado una sobresaturación de los suelos, el efecto fue el deslizamiento de más de 2.000 kilómetros lineales de caminos y lotes enteros que dejaron sepultados varias viviendas y al menos siete víctimas en el departamento.

De acuerdo al último informe del director de Alerta Temprana y Riesgos de la Gobernación, William Rioja, cuantificar el número de familias y cultivos afectados por efecto de las persistentes lluvias se torna imposible desde el pasado fin de semana, cuando en el sector de los Yungas se produjeron derrumbes en varios puntos del sistema caminero departamental y en San Buenaventura el río Beni registró la crecida de su caudal sobrepasando los niveles del 2011, por lo que desde el lunes pasado el departamento de La Paz fue declarado zona de desastre natural por la Gobernación.

Si bien, tanto el gobernador como los secretarios departamentales y directores de unidades de la gobernación, realizaron varios viajes a las zonas afectadas, pobladores y autoridades municipales en contacto con medios de comunicación dan testimonio de lo insuficiente que resulta la ayuda enviada y en el caso de Alto Beni y Palos Blancos que tuvo que recurrir a la toma de “rehenes” para recibir la atención debida, da cuenta de la situación crítica que se vive, por la pérdida de 3.000 hectáreas de plantaciones de plátano.

Rioja da cuenta que desde el última reunión efectuada con varios alcaldes, se ha perdido i el contacto telefónico con poblaciones cercanas a Apolo, “en especial en las riveras del río Beni y con lo ocurrido en Caranavi y en Guanay, donde se siguen dando los derrumbes, estaríamos superando por lo bajo las seis mil familias damnificadas, tenemos ya 18 provincias afectadas, solo falta lo que es Omasuyos y Manco Kapac para completar las 20 provincias y más de cuarenta municipios afectados. Esto es el 50% del departamento en emergencia”, detalló Rioja.

CARANAVI Y SAN BUENVENTURA

En un breve repaso por los municipios más afectados, se tiene que ayer en Caranavi cinco arroyos colapsaron el embovedado e inundaron la avenida principal, efecto de los desbordes de los ríos Yara, Coroico y Caranavi. El desastre mereció la atención del Vicepresidente que junto al gobernador entregaron 8 toneladas de víveres. También se procedió a la contratación de empresas privadas para iniciar la reconstrucción de los defensivos y el movimiento de grandes rocas que bloquean el cauce natural de los ríos.

Entretanto la alcaldesa de San Buenaventura, Anahí Hirose, en contacto directo con EL DIARIO, informó que el caudal del río Beni sobrepasó el nivel que se registró el 2011, cuando sucedieron similares precipitaciones.

Por tal razón, se decidió evacuar a la población de Villa de Fátima y al momento fueron trasladadas 19 familias y las restantes están a la espera de que baje el caudal del río para que las embarcaciones ingresen a la ribera.