Duchos de primera

No voy a referirme al ducho considerado como diestro, hábil, experto, versado, sin intención de dañar o sacar ventajas en desmedro de otros.

En esta ocasión nos referiremos a los duchos “políticos”, que han existido desde civilizaciones antiguas. En otro tiempo, había políticos de elite, con capacidades intelectuales al servicio del pueblo, pero que también gustaban de la jarana. En la actualidad, salvo pocas excepciones, el que no quiere educarse se hace político, pero debe ser ducho, osado y perseverante.

Por la historia de Bolivia han transitado “duchos políticos” con antifaces de derechistas, izquierdistas, de centro, militaristas, comunistas, pacifistas, demócratas, nacionalistas, proletarios, capitalistas, revolucionarios. Con diversas consignas, a su turno han engatusado al pueblo y saqueado las arcas nacionales. Muchos de ellos viven como potentados, ostentando el dinero de los bolivianos; para disimular algunos son consejeros y serviles de los actuales gobernantes. Algunos, con vasta experiencia para hacer dinero fácil, se preparan para las elecciones generales de este año.

Recordamos que en 2005, en presencia de los mandatarios de Argentina, Cuba, Ecuador y Nicaragua, en Porto Alegre - Brasil, el “líder” venezolano Hugo Chávez se encargó de inventar el “socialismo Siglo XXI”, proponiendo el antiimperialismo, anti neoliberalismo, la democracia social y el exterminio de pobreza y desigualdad. Al año siguiente el Presidente de los bolivianos se adhirió al mentado grupo, embargando la soberanía y dignidad de nuestro pueblo. Hoy los jefes de Estado mencionados trabajan con denuedo para cumplir “su” agenda de gobierno, que se elabora en el Palacio de Venezuela. Pero las consecuencias son nefastas para cada pueblo y provocan asombro en la comunidad internacional. El cumplimiento de esas directrices, por parte de los duchos socialistas y revolucionarios, tiene como recompensa petrodólares, cuyo destino es secreto bancario.

En los últimos ocho años, ¿cómo andamos en casa? A estas alturas, al margen de la millonaria propaganda del actual Gobierno, destinada a convencernos de que lo que acontece en el Estado Plurinacional es único en el mundo, se nos quiere hacer creer que:

- Los órganos Legislativo, Ejecutivo, Judicial, Electoral y Tribunal Constitucional trabajan “respetando” la Nueva Constitución, 24 horas cada día y en los 7 días de la semana, todo por la revolución socialista y el vivir mejor del pueblo.

- Nuestra economía funciona como un reloj suizo.

- Los ratios contables, financieros y estadísticos no tienen parangón a nivel internacional.

– YPFB es la mejor empresa petrolera del mundo y por su carácter anticolonialista no debe someterse a las decisiones de la OPEP.

- Todas las inversiones están orientadas a las empresas productivas que maneja “eficientemente” el Gobierno y con réditos exuberantes.

- Hemos alcanzado el cielo con el lanzamiento de un satélite, ¿se imaginan si se cumple la promesa de comprar otros más?

- El retorno al mar está a la vuelta de la esquina, el problema es que no existe la esquina.

- Los problemas de la educación, salud y vivienda están casi “resueltos”, para ello los alumnos estudiarán ocho horas diarias con energía nuclear, para titularse de médicos e ingenieros y unos cuantos serán campeones olímpicos en cualquier disciplina. Por algo el Gobierno dará un bono de mil bolivianos a bachilleres, para asegurar su voto en las próximas elecciones.

- Las investigaciones “científicas” sobre hechos delictivos, que recaen en los titulares del Ministerio de Gobierno, son “eficientes”, ya que ellos, además de su trabajo rutinario, tienen la misión de no socapar a los delincuentes, aunque eso no convenga a las “políticas” del Gobierno.

- En el caso del narcotráfico, incautan droga, bienes muebles e inmuebles, vehículos, helicópteros, aviones y “nada” desaparece por arte de magia.

Percibiendo lo “bien” que se desenvuelven los actuales gobernantes, algunos serán ratificados, pero para el próximo reparto (2015-2020) serán excluidos aquellos que no tienen la experiencia y el dominio que exige la moderna pedagogía de la corrupción. En ese caso, se necesita corruptos duchos en la disciplina, con experiencia comprobada, de amplia trayectoria de ilegalidad. No queda otra cosa que recurrir a las canteras de los modernos socialistas, “sin discriminar” a los que visten pollera, poncho o corbata. Esos nuevos gobernantes deben tomar en cuenta que en nuestro pueblo, a los honestos se los llama tontos, o que cuando se llega a gobernar se tiene que apropiarse de recursos del pueblo, porque no existen razones para no hacerlo.

El autor es docente universitario.

almamor2003@hotmail.com