No se cumplen

Señor Director:

¿Por qué no se cumplen los buenos deseos de paz, unidad, trabajo, progreso y solución a los problemas de odio, corrupción, pobreza, delincuencia y drogadicción?, es por ignorancia y orgullo de los gobernantes de turno, desde siempre, quienes al detentar el poder político-económico tienen que administrar los recursos en forma transparente y solucionar los problemas socio-económicos que aquejan al país. Pero, ¿algún país lo logró?

Históricamente el hombre ha experimentado toda clase de sistemas de gobierno político, desde los grandes imperios como Egipto, Asiria, Babilonia, Grecia, Roma y otras formas de gobierno, como el imperio de los incas, aymaras, mayas, aztecas, hasta la monarquía, nazismo, fascismo, socialismo-comunismo de la ex URSS. Ésta última basó su ideología política en el materialismo histórico-filosófico y la dialéctica y aseguró que lograría el “paraíso de los trabajadores”, es decir la solución a todos los problemas. Pero ¡fracasó!, por incapacidad y corrupción de sus gobernantes, sobre todo debido a su idealismo político.

Actualmente, en Estados Unidos, países de Centro y Sur América, se adoptó como sistema de gobierno la democracia. Según sus apoyadores sería “el mejor gobierno”, porque a sus gobernantes los elige el pueblo y se basa en el “equilibrio de poderes”, Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Pero ¿cuál es la realidad? La democracia tampoco ha logrado verdadera paz, justicia y progreso. Y no podrá eliminar la pobreza, desocupación, corrupción, delincuencia, drogadicción, narcotráfico, terrorismo, inseguridad, guerras, injusticias, golpes de Estado, refugiados, etc. Tampoco podrá resolver problemas de carácter mundial, como la contaminación del medio ambiente, calentamiento global, desertización de la tierra, extinción de flora y fauna, explosión demográfica, etc., lo que confirma que el hombre es el causante de todo este desastre mundial.

Los gobiernos políticos no tienen la solución, peor para las enfermedades, vejez y muerte. ¿Y por qué no pueden?, porque el gobierno político del hombre hace miles de años, pesado en balanza, fue hallado deficiente, es decir defectuoso e imperfecto. ¡Ahí está el problema! De donde se deduce que el Gobierno no es la solución sino el problema. Entonces, ¿dónde está o quién tiene la solución? Lo analizaremos en otra nota.

Felicidad Durán de Baptista

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