Cochabamba, (EL DIARIO).- Diferentes instituciones y autoridades intensifican las campañas de solidaridad para recolectar alimentos, vituallas y medicinas que serán entregados a las miles de familias damnificadas por las inundaciones en el departamento de Cochabamba.
La solidaridad y consideración de la población cochabambina hacia las personas que perdieron sus casas, cultivos y alimentos, por las inundaciones que se registraron en diferentes lugares del departamento de Cochabamba desde diciembre a la fecha, se ven reflejadas en las donaciones que realiza la ciudadanía respondiendo a las campañas que se extienden.
“Los cochabambinos somos gente solidaria, pedimos a nuestros hermanos que traigan sus donaciones a la Gobernación y los puntos de acopio para repartir la ayuda entre las comunidades que fueron inundadas”, manifestó la directora de Desarrollo Humano, Célima Torrico.
Según se conoce, solo en esta semana, en diferentes campañas que organizaron la Gobernación, la Federación de Comerciantes, la Asamblea Legislativa Departamental, la Federación de Trabajadores de la Prensa, medios de comunicación, entre otras instituciones, se recolectó más de 100 toneladas de insumos que servirán para paliar los efectos de las inundaciones en los municipios anegados.
“Tenemos más de 19.000 familias afectadas. Las zonas que requieren mayor atención son el Chapare, Punata, Cliza, Morochata”, manifestó el gobernador Edmundo Novillo.
Según la primera autoridad departamental, se instruyó al Centro de Operaciones de Emergencia (COE) reaprovisionar cada 15 días a las familias anegadas con raciones secas, frazadas, potabilizadores de agua. La ayuda no siempre llega a todas las zonas afectadas como Esquilan y Sumunpaya en el Municipio de Colcapirhua.
“Nos han traído ayuda hace varias semanas, después no han vuelto. Hacemos desayuno y almuerzo en una olla común, nos preparamos con lo poco que hay, por lo menos para pasar el día”, manifestó doña Juana Vargas, una de las comunarias del lugar.
Agregó que la mayoría de los niños se encuentran resfriados, otros sufren de infecciones estomacales y hongos. La humedad, los mosquitos y el agua que todavía continúa en sus viviendas invadieron su barrio. Los pobladores duermen en carpa y se levantan con la esperanza de que volverá a salir el sol.
En el Chapare, la situación no es diferente, bajó el caudal de los ríos pero las fuertes precipitaciones pluviales continúan intranquilizando a los pobladores. Desde ayer indígenas de las comunidades Yuqui, Yuracarés y otras que habitan en el Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis) continúan llegando al trópico. Abandonaron sus animales y casas en búsqueda de alimentos, medicinas y un lugar donde dormir.
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