¿Hacia el final de la bonanza?

Los resultados de la balanza comercial de 2013 han demostrado que la bonanza en Bolivia empezó a declinar. El ingreso por las exportaciones aumentó en sólo 1,63%, en tanto que en el período 2003-2012 el promedio anual ha sido de 30% al año, según informó la Cámara Nacional de Comercio.

El IBCE (Instituto Boliviano de Comercio Exterior) considera que la caída de las exportaciones en 2013 pudo haber sido del 12%, en vez del 1,63%. No lo fue porque, pese a los menores precios que tienen el plomo, estaño, zinc y cobre, la minería elevó sus niveles de producción, lo que permitió que el menor ingreso total por las exportaciones no fuera del 12%, en vez del 1,63% registrado.

Otro elemento a ser tomado en cuenta es La Ley Financial de la presente gestión. Prevé una reducción del 11,85%, en promedio, de las cotizaciones de los minerales. A ello se agrega que este año habrá un déficit del 3,2% en el PIB (Producto Interno Bruto), equivalente a 960 millones de dólares, por la baja en los ingresos.

El déficit del PIB de 2014 quedó establecido en el Programa Fiscal de este año, suscrito el 16 del mes en curso, por el ministro de Economía y Finanzas, Luis Arce, y el presidente del Banco Central de Bolivia. El PIB para esta gestión se estima oficialmente que será de 30 mil millones de dólares.

Entonces, la caída de los precios de los minerales es el factor determinante de que el país vaya hacia el final de la bonanza, pues en 2013 se redujeron en 700 millones de dólares.

Por lo demás, el IBCE prevé que las Reservas Internacionales Netas, que el año pasado ascendieron a 12.162,68 millones, en esta gestión crecerán sólo el 3,9%, porcentaje menor al registrado en 1913, que fue del 12,2%.

Existe, empero, otro factor que tiende a coadyuvar a la baja de las reservas. El año pasado, las importaciones crecieron en el 12%, respecto a 2012, contrastando con el 1,63% del crecimiento de las exportaciones. En 2014, es posible que se mantenga o, peor aún, crezcan más, debido a que la producción del sector agroindustrial está siendo afectando por las turbulencias climáticas.

La caída de los precios de las materias primas en los mercados internacionales se origina en la crisis económica que confronta China y en el retroceso que se está dando en la política monetaria de Estados Unidos, que, según los expertos, está repercutiendo ya en la economía global.

En informe al Congreso, en enero pasado, el ex director de la Reserva Federal estadounidense, Bern Bernanke, anunció que se dejará de comprar bonos, lo que redundará en la subida de los intereses bancarios. Como consecuencia, los inversores retiraron miles de millones de dólares de sus depósitos.

Acerca del efecto internacional que ello puede tener, el asesor de finanzas del Banco VZ Vemögen Zentrum, de Düsseldorf, Alemania, explicó que los inversores estadounidenses “Creían que en casa iban a conseguir dividendos tan altos como en países emergentes, pero con menos riesgos”.

Cuando los inversores retiran su dinero, las divisas de países afectados pierden valor, al disminuir la demanda, según el nombrado experto. En cierto modo, como anticipo a este fenómeno, el real brasileño, el rublo ruso y la rupia india cayeron a mitad del año pasado.

A su vez, el FMI (Fondo Monetario Internacional) estima que en los países emergentes, entre los que se encuentra China, “habrá más calma, aunque el crecimiento no será tan grande como en la década pasada”. China tuvo durante años el crecimiento del 11% y más. Para este año se pronosticó que se reduciría al 8%-7%.

Esta situación es la que está afectando a la caída de precios en el mercado internacional, que es lo que ocurre con los minerales. En el caso del gas natural, que se exporta solamente a Brasil y Argentina, los precios están acordados de forma concertada, por lo que se conservarán estables, al menos este año.

Sin embargo, podría producirse otro contratiempo para el crecimiento del PIB. El sector privado dijo que será difícil alcanzar los niveles de inversión previstos oficialmente para 2014, por las frecuentes expropiaciones de empresas y la excesiva presión tributaria.