El valiente Cnel. James Rooke

Es necesario dar a conocer la vida y acciones del coronel James Rooke, uno de los jefes militares de la Legión Británica, creada por Bolívar y formada por oficiales europeos, venidos de Inglaterra, Alemania, Escocia, Irlanda, Prusia y Francia, llegados a América después de las guerras napoleónicas, en busca de aventura, dinero y los más de gloria.

El Cnel. James Rooke había nacido en una pequeña ciudad de Inglaterra, muy joven inició sus estudios en un Liceo Militar, siendo incorporado al ejército de su Majestad Británica, debido a las cruentas guerras napoleónicas que tanto daño hicieron a Inglaterra. El Cnel, Rooke siempre estuvo bajo el mando del Duque de Wellington, participando en las luchas y combates contra Napoleón en España, no estuvo en Waterloo.

Rooke, pasadas las guerras napoleónicas, se trasladó a América, más por su espíritu aventurero, formando parte de la famosa Legión Británica, bajo órdenes del Gral. Bolívar.

Hombre alegre, muy espontáneo y valiente como el que más, debido a esa valentía fue llamado por sus compañeros “bravo entre los bravos”, como una emulación a la conocida valentía del Mariscal francés Miguel Ney.

En el año 1819 se trataba de invadir el Virreinato de Nueva Granada; el Virrey Sámano, conocido como hombre sanguinario, tenía como su jefe militar al Gral. español Barreiro. Pero para invadir el Virreinato había que trasponer los Andes, cuyos pasos se encontraban entre 3.000 y 4.000 metros de altura, creándose un problema entre los cuerpos de gente del llano, del Apure, que al saber que había que cruzar los Andes a semejantes alturas, se llenaron de terror. A tal punto llegó la negativa a iniciar el ascenso a los Andes, que el mismo jefe militar Páez pidió, rogó al Libertador no llevar a sus llaneros a una muerte segura. Pese a las explicaciones del Estado Mayor del Libertador, no se pudo impedir la deserción de algunos cuadros llaneros que huían presas del pánico.

Fue el Cnel. James Rooke que en reunión del ejército patriota, dirigiéndose a Bolívar en voz alta manifestó: “Mi General, le seguiremos hasta más allá del Cabo de Hornos, si fuese necesario”.

Después de las vicisitudes, avatares y sufrimientos que significó el paso de los Andes, y la reorganización del ejército en un fuerte llamado Socha, donde se multiplicaron las labores de los oficiales curando a los enfermos, acondicionando las armas, dando el cuidado necesario a mulas y caballos, todo el problema de la caballería fue acondicionado por el Cnel. Rooke.

Una vez llegados al territorio granadino, con un calor bastante sofocante, en una reunión de alta oficialidad, cuando el Libertador vio a Rooke bastante sofocado le pidió:

- Suéltese la casaca.

- Rooke hizo un movimiento negativo de cabeza.

- Desabróchela, insistió el Libertador, levantándose para él mismo ayudarle.

- No es posible, mi General, insistió Rooke, no tengo camisa.

Bolívar rápidamente llamó a uno de sus servidores, ordenándole:

-Traiga una de mis camisas para el Coronel.

Pero el sirviente se quedó inmóvil.

- ¿Qué le pasa?, gritó el Libertador. ¿No ha oído mi orden?

- Sí, mi General, pero Su Excelencia sólo tiene dos camisas, la que lleva puesta y la otra está secándose.

Hubo una carcajada general, Rooke se sacó su casaca, y se puso la camisa del Libertador, húmeda aún.

El Gral. Barreiro, queriendo sorprender a Bolívar, envió una columna de 1.500 hombres a un lugar llamado Pantano Vargas. Las tropas españolas rodearon a los patriotas en un círculo de fuego, sorprendiéndolos, hubo prodigios de valor, la batalla duró horas y horas, parecía interminable. Anzoategui y Santander rivalizaban en coraje, y cuando el bravísimo Cnel. Rooke cayó herido con el brazo, sajado al frente del batallón británico, continuó luchando. Finalmente Bolívar triunfó en Pantano Vargas, más adelante estará Boyacá.

Como consecuencia de esa grave herida, el Cnel. James Rooke, “bravo entre los bravos”, falleció, recibiendo los honores correspondientes en su funeral, el 9 de agosto de 1819.

Sociedad Bolivariana de Bolivia. Fundada en 1936.