Fábula
En el país al que permanentemente nos referimos, pero no queremos dar su nombre, se reunieron centenares de cangrejos auténticos, preocupados por el desarrollo diario de sus vidas. Al acontecimiento asistieron cangrejos de todos los sitios, inclusive de los más alejados.
Con sus pinzas en alto gritaban en coro: “Cangrejos unidos, jamás serán vencidos”. Y otras veces los crustáceos repetían al unísono: “Caminar hacia adelante y no hacia atrás; adelante y no hacia atrás… caracho”.
En ese momento subió hacia lo alto de una roca el cangrejo más perspicaz y en un vibrante discurso dijo a sus bases que no era bueno caminar hacia atrás y que había que buscar la forma de mejorar sus vidas caminando hacia adelante como todos los seres de este mundo.
La multitud de cangrejos aprobó la idea aplaudiendo sonoramente con sus pinzas en alto y vitoreando al líder.
Fue entonces que el conductor de cangrejos pidió a los asistentes que mediten y sugieran posibles soluciones. Pasaron los minutos y hasta horas y nadie podía dar una solución al problema planteado.
Pero como en esta vida no faltan los que razonan con prontitud, del numeroso grupo surgió otro cangrejo más perspicaz que el líder y dirigiéndose a la masa de resignados asistentes dijo con sonoridad y voz segura: “Ya que no podemos luchar contra la naturaleza y nuestro destino es caminar hacia atrás… ¿por qué no nos dedicamos a la política?”.
Saltaron de alegría los centenares de cangrejos y nuevamente elevaron sus pinzas y gritaron insistentemente: “Cangrejos unidos, jamás serán vencidos…”.
El acontecimiento fue magnificado con el ondear de banderas de diversos colores y muchas pancartas; todo, amplificado también con el fuerte sonido de petardos y cohetillos chinos.
La sugerencia fue recibida satisfactoriamente, y con prontitud los cangrejos asistentes decidieron en forma unánime dedicarse a la política. Después a todos les fue muy bien, especialmente en el aspecto económico.
Pasó el tiempo y todos los cangrejos del lugar vivieron felices y contentos por haber solucionado su problema gracias a una genial idea.
MORALEJA
En este mundo todo tiene solución.
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